ISLAMABAD.- El Presidente interino afgano, Hamid Karzai, efectuó este viernes su primera visita oficial a Pakistán, país que en algún momento apoyó al derrocado régimen talibán, desde que asumió sus funciones en diciembre.
Karzai fue recibido en un aeropuerto militar cercano a Islamabad por el Mandatario paquistaní, el general Pervez Musharraf, y otros responsables, entre ellos, el ministro de Relaciones Exteriores, Abdul Sattar.
Ambos presidentes minimizaron los diferendos que enfrentaron a sus países en el pasado y aseguraron haber "enterrado" sus rencores y haber recuperado la "fraternidad" durante la entrevista que mantuvieron hoy en Islamabad.
Karzai recordó a los miles de exiliados afganos en Pakistán, entre los que se encontró él mismo durante mucho tiempo, y les llamó a regresar a su país.
Pero también evocó la situación de los paquistaníes aliados de los talibanes aún detenidos en su país y anunció su próxima liberación tras estudiar cada caso, ya que "hay que separar los buenos de los malos".
Según la comisión de derechos humanos de Pakistán, unos 3.000 paquistaníes podrían estar detenidos en la actualidad en Afganistán.
Pakistán fue uno de los únicos tres países del mundo, junto a Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos, que reconoció el régimen talibán (1996-2001) y el último en romper sus relaciones con la milicia islámica tras los atentados del 11 de septiembre.
Esos ataques terroristas, que dejaron unos 3.000 muertos y desaparecidos, fueron atribuidos a Osama bin Laden, el fundamentalista de origen saudita protegido por los talibanes en Afganistán y a su organización Al Qaeda.
Tras el 11 de septiembre, Musharraf se comprometió a que Pakistán participara en la coalición antiterrorista internacional dirigida por Estados Unidos y apoyó al gobierno interino de Karzai, que asumió su cargo el 22 de diciembre con el respaldo de la ONU.
El general Musharraf reiteró el viernes la intención de su país de participar activamente en la reconstrucción de Afganistán y prometió una ayuda inmediata de 10 millones de dólares para cubrir las necesidades más urgentes de la administración interina, que tiene un mandato de seis meses.
Pakistán ya se había comprometido a dar 100 millones de dólares para la reconstrucción del país.
Por su parte, Karzai aplaudió a Musharraf y se felicitó por la participación paquistaní en la coalición internacional, sin la cual, en su opinión, la guerra contra el terrorismo no habría sido posible.
El jefe del gobierno interino aprovechó la ocasión para reiterar su llamamiento a la comunidad internacional para que aumenten los efectivos y la duración de la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y para que sus funciones se extiendan a todo el territorio afgano.
Mientras el general Musharraf tenía previsto salir de Islamabad el viernes por la noche hacia Estados Unidos, Karzai debía seguir con su visita a título privado, en Quetta (suroeste de Pakistán), donde pasó la mayor parte del tiempo los últimos diez años y donde sigue una parte de su familia.