BERLIN.- El Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, no teme que su país se vea "contagiado" por la crisis argentina e incluso cree que el gobierno brasileño se ha visto beneficiado por ella.
"La crisis argentina es tan especial y casera que por eso no hubo contagio", afirma Cardoso en una entrevista que publica hoy el rotativo alemán "Die Welt", en la víspera del viaje que el canciller, Gerhard Schroeder, emprenderá a Brasil, México y Argentina.
A raíz de la crisis en Argentina la población de Brasil se ha dado cuenta de que su situación es mucho mejor, según el presidente brasileño.
"La crisis refuerza a mi gobierno porque hemos demostrado que sabemos gobernar. Lo mismo ocurre con Chile. También allí se valora ahora más una gestión sólida", dice Cardoso al respecto.
Tampoco teme el presidente que la crisis argentina afecte al Mercosur, espacio económico del que ambos países son miembros.
"El problema en los últimos años era que teníamos políticas monetarias distintas. Nosotros teníamos un tipo libre de cambio y los argentinos estaban sujetos al dólar. Ahora todos tenemos el mismo marco monetario y eso dará un nuevo impulso al Mercosur", señala.
Reconoce Cardoso en la entrevista que Brasil ha asumido el liderazgo en Sudamérica, "algo que no queríamos ver antes", pero que se ha dado "ya sólo por la magnitud del país".
No obstante, "la mayoría de los brasileños se ha dado cuenta que la integración en el Mercosur es nuestro futuro". "No queremos concentrar todo en nuestro país, pues necesitamos vecinos prósperos".
Aunque Cardoso no quiere que el Mercosur se convierta en un baluarte, tampoco está dispuesto a aceptar que "nos impongan cualquier acuerdo".
Como ejemplo señala que no sería aceptable que el proyecto de Estados Unidos de crear un espacio libre de comercio que vaya de Alaska hasta Tierra del Fuego sólo aporte ventajas a los estadounidenses o que excluya el "fastidioso tema" de la política agraria.
Respecto a las relaciones entre Europa y el Mercosur y, concretamente, a las negociaciones para alcanzar un acuerdo con la Unión Europea, Cardoso critica la lentitud con que se están llevando a cabo.
Por eso espera que Alemania, como "uno de nuestros principales socios estratégicos" y que, a su juicio, desgraciadamente mantiene una actitud demasiado "reservada" frente a América Latina se implique más en la región y sobre todo se convierta en el motor de las reformas de la política agraria europea.
Cardoso lamenta que a causa de su política agraria la Unión Europea, a la que tanto gusta "exigir reformas en Ultramar", haya puesto en juego su credibilidad en América Latina.
El canciller alemán emprenderá mañana domingo una gira por Brasil, México y Argentina, que estará centrada en las relaciones económicas, y en la que estará acompañado por su ministro de Economía, Werner Múller, y por una treintena de empresarios.
