EMOLTV

Investigaciones en el "Kursk" aún no explican causas del naufragio

Las autoridades rusas prevén una última operación de rescate para el próximo verano boreal, en la cual se recuperarán los restos de la primera sección del submarino, de la sala de torpedos y otros fragmentos que todavía yacen en el mar, y que podrían revelar las verdaderas razones del naufragio.

10 de Febrero de 2002 | 09:58 | EFE
MURMANSK.- A punto de concluir los trabajos de reconocimiento en el submarino nuclear "Kursk" y tras recuperar la mayoría de cadáveres de la dotación, los fiscales militares rusos no han encontrado pruebas suficientes para explicar el naufragio.

"Hasta que no terminemos de examinar el último metro cuadrado del submarino habrá una esperanza, pero cada vez hay menos posibilidades de encontrar más restos", dijo esta semana Vládimir Múlov, portavoz de la Fiscalía Militar de la Flota del Norte rusa.

Los informes sobre el rescate de los restos, difundidos a cuenta gotas por portavoces militares, son las únicas noticias que llegan a la opinión pública sobre el reconocimiento desde hace tres meses del "Kursk" en un astillero de la localidad ártica de Rosliakovo.

La Fiscalía ha relatado con lujo de detalles el hallazgo de los cadáveres a medida que se removían centenares de toneladas de escombros, aparatos, equipos, metales retorcidos, armas y más de 700 kilogramos de explosivos en el submarino inspeccionado.

La propaganda oficial se esmeró al explicar la meticulosa labor de los forenses y expertos en genética para identificar los cuerpos, entregados a sus familias para darles sepultura en funerales solemnes con honores militares.

Pero todo el engranaje institucional ha evitado con persistencia cualquier comentario o filtración en relación con el trabajo que se ha hecho en la búsqueda de las pistas para explicar cómo y por qué ocurrió una de las mayores tragedias sufrida por la Armada rusa.

El "Kursk" se hundió con 118 tripulantes el 12 de agosto de 2000 en el Mar de Bárents, durante unas maniobras navales y tras una serie de misteriosas explosiones a bordo, y fue reflotado en noviembre pasado.

Víctor Shéin, director del departamento de investigación de la Fiscalía Militar, rompió el silencio esta semana al anunciar que se logró determinar incluso el torpedo que causó la tragedia al explotar y provocar la detonación de otros cuatro.

Este anuncio no fue ninguna revelación, pero confirmó de una vez por todas que el enigma del desastre está en la sala de torpedos, cuyos fragmentos continúan en el lugar del naufragio en el fondo del mar, a una profundidad de 108 metros.

El fiscal añadió que la investigación apartó, pero no del todo, la versión oficiosa que prevaleció al principio de que el "Kursk" hubiera chocado con otro submarino, de lo cual no se han hallado pruebas.

Sí se descartó que el sumergible fuera hundido por un misil o torpedo disparado por error por alguno de los buques rusos que participaban junto al "Kursk" en las maniobras, pues éstos habían concluido los lanzamientos el día anterior.

Shéin confirmó que ninguno de los 23 marinos que sobrevivieron al menos ocho horas al naufragio al encerrarse en la novena sección de la popa pudo escapar con traje de buceo, puesto que la escotilla de emergencia estaba averiada.

"Doce cadáveres fueron recuperados en la primara operación de rescate en noviembre de 2000, y los once restantes los encontramos durante el actual reconocimiento", precisó.

Al comentar la marcha de este rescate sin precedentes, Múlov dijo que de los 118 marinos que murieron en el naufragio se recuperaron los cadáveres de 94, y 90 de ellos han sido identificados y devueltos a los familiares.

La Fiscalía anunció que en días próximos terminará la búsqueda de restos en la cubierta número cuatro, la más inferior en la tercera sección del sumergible.

La tercera y segunda secciones del "Kursk" fueron las más dañadas durante la tragedia que hundió el submarino, y son la última zona donde aún se efectúan operaciones de rescate.

Cuando termine la inspección, obreros del astillero cerrarán los orificios que se abrieron en el casco para la remover los escombros y soldarán una pared metálica para cubrir la segunda y tercera sección del submarino.

Una vez se compruebe el hermetismo de todas estas estructuras, el "Kursk" será remolcado al astillero Nerpa, en la localidad de Snezhnogorsk, para extraer el combustible de sus dos reactores atómicos.

También se desmantelarán seis misiles de crucero que por razones de seguridad y dificultades técnicas no se pudieron retirar de sus silos durante los trabajos de rescate en Rosliakovo y, una vez finalizadas estas labores, se comenzará a desguazar el submarino.

Sobre los restos de la primera sección, de la sala de torpedos y otros fragmentos que todavía yacen en el mar, las autoridades han anunciado que algunos serán recuperados en una nueva operación subacuática cuyo plan están ultimando los expertos.

Esta última operación de rescate que puede revelar el misterio del "Kursk" está prevista para el verano de este año, mientras los demás escombros serán sepultados para siempre en el fondo marítimo bajo una capa de hormigón.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?