BERLIN.- El canciller alemán, Gerhard Schroeder, emprendió hoy domingo una gira de una semana a Latinoamérica, que le llevará a México, Brasil y Argentina, y que tiene un carácter eminentemente económico.
De hecho, Schroeder viaja acompañado por su ministro de Economía, Werner Müller, 25 empresarios alemanes, además de representantes de los diferentes grupos parlamentarios, artistas, científicos y hasta un futbolista, el ex internacional Jürgen Klinsmann.
Los gobiernos de los tres países que visitará esperan que el viaje del canciller sirva para impulsar las relaciones comerciales con Alemania, que en los últimos años ha dejado un tanto de lado el subcontinente americano.
Fuentes gubernamentales indicaron que Alemania quiere aprovechar el interés manifestado por varios países latinoamericanos de incrementar sus relaciones con Europa para lograr así un contrapeso a la gran influencia que tiene Estados Unidos en la región.
En su primera etapa, el canciller visitará México, donde se entrevistará con el Presidente de ese país, Vicente Fox, y dialogará con el foro económico germano-mexicano y con estudiantes de la universidad de la capital.
El martes, Schroeder seguirá rumbo a Brasil, concretamente a Sao Paulo, donde inaugurará una planta de la compañía automovilística Volkswagen en la que se fabricará el modelo Polo.
En Brasilia, el canciller se reunirá el jueves con el Presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, a quien ha visto ya en ocho ocasiones.
Desde allí, seguirá hacia la última y más difícil etapa de su gira, Argentina, que visitará tan sólo unos días después de que haya entrado en vigor el libre tipo de cambio del peso.
Fuentes gubernamentales alemanas han asegurado que el canciller viaja a Argentina con el propósito de demostrar que no se debe dejar sólo "a un amigo en dificultades".
Las mismas fuentes explicaron que Alemania quiere animar al Presidente argentino, Eduardo Duhalde, a resolver la crisis e indagar posibles formas de ayudar en la situación actual.
Pese a la situación de crisis, que ha llevado a que circulen rumores de que Schroeder podría cancelar esta etapa del viaje, el Gobierno alemán sostuvo que ésta se mantendrá a menos que durante la próxima semana se produzcan "acontecimientos dramáticos".