CARACAS.- El coronel venezolano que pidió la renuncia del Presidente Hugo Chávez volvió este martes a la carga y dio un ultimátum al Mandatario para que cese su proselitismo en los cuarteles y su "instigación a la violencia y a la lucha de clases".
El coronel de la Fuerza Aérea Pedro Soto dijo que dirigió al Mandatario una carta, a través de sus superiores, con "unos puntos que debe cumplir o hacer cumplir" en beneficio del "rescate de la institucionalidad democrática".
Además le dio un ultimátum hasta el 19 de abril, fecha en que se conmemora la independencia de Venezuela, para que los cumpla, "porque no podemos esperar más", o de lo contrario "será el pueblo quien diga hacia donde es que tenemos que ir". No precisó mayores detalles.
Soto, quien la semana pasada saltó a la área política, vedada a los militares, y acusó a Chávez de tirano, afirmó en conferencia de prensa que el documento, con siete peticiones, se lo entregó el lunes a sus superiores, que lo habían citado para que explicara sus actuaciones.
En esa oportunidad, afirmó, le hicieron "una exhortación a callarme, a que me pusiera una mordaza". Sin embargo dijo que él está haciendo uso del derecho a expresarse consagrado en la Constitución de 1999, la cual fue impulsada por Chávez y refrendada popularmente.
Entre los siete puntos destaca el pedimento de que Chávez "deje de uniformarse en actos oficiales, humillando así a oficiales de alta jerarquía y el cese del proselitismo político dentro de los cuarteles e instalaciones militares".
También que el Mandatario "elimine de sus discursos políticos el llamado a la guerra entre venezolanos, la instigación a la violencia, y a la lucha de clases".
Agregó el militar -quien dice manifestar el sentir del 75 por ciento de la Fuerza Armada Nacional (FAN)- que "si de algo nosotros nos glorificamos durante toda nuestra historia es de no haber tenido lucha de clases, ni religiosas, ni de ningún tipo".
Opositores sostienen que la fuerte retórica del Presidente y su confrontación con empresarios, sindicatos, los medios y la Iglesia Católica han dividido al país entre los "chavistas" y "anti-chavistas", y entre ricos y pobres.
Soto, de 49 años y con 27 en la vida militar, es acusado por el gobierno de estar resentido por no haber calificado para ascender a general y de formar parte de una "conspiración" contra la "revolución pacífica y democrática" que dice llevar a cabo Chávez, un teniente coronel retirado.