WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, presentó este martes una nueva estrategia antidrogas con un matiz patriótico: reducir el uso de los narcóticos ilegales disminuirá el financiamiento de los terroristas.
"Nuestra lucha contra el uso de drogas ilegales es una lucha por el futuro de nuestros hijos, por las democracias en problemas, y contra el terrorismo", dijo Bush en un mensaje al Congreso al entregar su estrategia delineada en 120 páginas.
Esa estrategia, que el Presidente debe develar durante una aparición en la Casa Blanca en la tarde, tiene tres metas esenciales: evitar el uso de las drogas antes de que comience el ciclo de dependencia; curar a los adictos estadounidenses, y desarticular el mercado de narcóticos ilegales.
Bush propuso 2.300 millones de dólares para la intercepción de drogas, lo que representa un alza del 10 por ciento con respecto al actual año, y continuará combatiendo el suministro de drogas ilegales en América Latina, solicitando que la Iniciativa Andina Antidrogas sea aplicada en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Para reprimir el narcotráfico en el Caribe, el gobierno de Bush intentará aumentar la cooperación marítima empleando "paquetes de intersección más dinámicos", como un barco, un helicóptero artillado y una embarcación preparada para la persecución en el mar.
Su estrategia busca reducir el uso doméstico de drogas ilegales en un 10 por ciento en más de dos años, y en un 25 por ciento en más de cinco, ambos entre estadounidenses de entre 12 y 17 años, y adultos.
Como hizo el año pasado, Bush pareció culpar en parte al gobierno de su predecesor, el demócrata Bill Clinton, de la persistencia del problema de las drogas.
Bush dijo que el uso de las drogas entre los estudiantes de último año de enseñanza media cayó cada año desde 1995 a 1992, pero que "en años recientes hemos perdido terreno".
Una nueva conciencia
Los atentados del 11 de septiembre y el intento siguiente de castigar a los responsables le han dado algunas municiones a Bush para enfatizar en su estrategia antidrogas en la derrota del terrorismo.
"Los ataques terroristas del 11 de septiembre han creado una nueva conciencia de nuestra vulnerabilidad doméstica y destacan la necesidad de un examen de cómo hacemos las cosa en nuestras fronteras", indica el informe de Bush.
El Primer Mandatario también enfatizó la necesidad de lograr un tratamiento para los drogadictos, y propuso 3.800 millones de dólares con vistas a esto en el presupuesto del año 2003, un aumento de más del seis por ciento con respecto al actual año fiscal.
Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la Alianza de Política ante las Drogas, no estaba alentado por la propuesta, pues opinó que la estrategia de Bush parecía ser una continuación de "las fallidas políticas de los últimos 30 años: dedicar más recursos al sistema federal de justicia criminal, mientras continúan (siendo) insuficientes el tratamiento, la educación y los programas de salud".