LONDRES.- En la víspera del Día de los Enamorados, unos científicos británicos acaban de crear la "poción del amor" a partir de una receta que pudo haber escrito San Valentín pero que salió, nada menos, de la pluma del gran William Shakespeare.
La Real Sociedad de Química anunció hoy que el elixir mágico ha sido elaborado siguiendo paso a paso las indicaciones de uno de los personajes de la obra shakespeariana "Sueño de una Noche de Verano" (1595).
Se trata de una pócima hecha a base de pensamientos, esas plantas que dan una flor aterciopelada cuyos pétalos van del amarillo al violeta.
En la obra, el elixir se aplica en los párpados de Titania, la Reina de las Hadas, cuando está dormida para que se enamore de la primera persona que vea al despertarse, que por cierto no es su marido Oberon, sino un simple artesano que pasaba por allí, lo que da lugar a toda una comedia de enredos.
Los científicos de la "Royal Society of Chemistry" rebuscaron en el libreto de "Sueño de una Noche de Verano" y encontraron una pista sobre la poción del amor en un recitado del propio Oberon, que es el Rey de las Hadas.
Según el doctor Charles Sell, de la compañía farmacéutica "Quest International", encargada de elaborar la pócima amorosa, "hay muchas referencias a plantas y hierbas en las obras de Shakespeare, que era, sin duda, un buen conocedor de sus posibilidades en la vida real y en el mundo de la mitología".
La poción del amor ya está lista y han empezado a probarla los actores que estos días representan la citada obra de Shakespeare en Stratford-upon-Avon, donde nació el genio de las letras inglesas.
Lo que no está nada claro es que los efectos de la pócima vayan a causar, hoy día, el efecto que tuvieron en los personajes de Shakespeare allá por el siglo XVI.
Porque según una encuesta de los almacenes británicos "Superdrug", el olor que más excita sexualmente a la mayoría de las mujeres en este país no es el de las flores, vengan éstas en el brebaje que vengan, sino el del chocolate.
Preguntadas mil féminas por el aroma que más asocian con el amor, el 61 por ciento dijo que el del chocolate. Y lo que es peor: también la mayoría admitió que, las más de las veces, esta golosina les resulta más afrodisíaca que una sesión de amor entre las sábanas.