BEIT HANOUN, Franja de Gaza.- Las fuerzas israelíes mataron este miércoles a cinco policías palestinos en la Franja de Gaza, tras amenazar con crear "zonas de seguridad" en áreas palestinas para que las ciudades del estado judío queden fuera del alcance de un nuevo ataque con misil.
Israel dijo que las operaciones "antiterroristas" de la madrugada en los poblados palestinos Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, y Beit Hanoun y Beit Lahiya, más al norte, fueron una respuesta al lanzamiento sin precedentes de misiles Qassam contra asentamientos judíos.
"Los palestinos comenzaron este fuego y nosotros vamos a apagarlo", dijo el portavoz del gobierno israelí, Avi Pazner.
Sin embargo, el jefe palestino de seguridad pública, Abdel-Razek al-Majaydeh, mantuvo una actitud desafiante al declarar que "les decimos a los dirigentes israelíes que no podrán lograr la seguridad y la paz con tanques y helicópteros".
Las incursiones israelíes provocaron enfrentamientos armados esporádicos entre los militantes palestinos y soldados israelíes, opacando los esfuerzos internacionales para poner fin a 16 meses de derramamiento de sangre.
"La operación fue lanzada fundamentalmente en respuesta al lanzamiento de morteros y especialmente cohetes Qassan desde el área contra Israel", dijo el general Israel Ziv, quien informó a la prensa que 18 palestinos fueron arrestados en las incursiones.
Después de haberse retirado de Deir al-Balah y Beit Lahiya el ejército estuvo algunas horas en Beit Hanoun buscando militantes y armamentos, hasta comenzar la retirada poco antes de la medianoche del miércoles, dijeron testigos y funcionarios.
Según los testigos, al menos 10 tanques israelíes regresaban al punto de chequeo de Erez en la frontera de Israel con la Franja de Gaza en la noche del miércoles.
Anteriormente, testigos habían reportado el emplazamiento de unos 18 tanques en Beit Hanoun y sus alrededores, cerca de la frontera con Israel.
"El 99 por ciento de las tropas israelíes se retiraron de Beit Hanoun", dijo un portavoz palestino de seguridad. El ejército israelí rehusó a hacer declaraciones.
