TOKIO.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reafirmó hoy en Tokio la dura posición de su gobierno hacia Irak, país que el mandatario norteamericano incluyó el pasado enero, en su discurso sobre el estado de la Nación, en un "eje del mal", junto con Irán y Corea del Norte.
"Todas las opciones están en la mesa", señaló Bush en una conferencia de prensa conjunta con el Primer Ministro Junichiro Koizumi, al término de su primera ronda de conversaciones con el jefe de gobierno nipón.
Sin embargo, el jefe de la Casa Blanca no quiso precisar las medidas que Washington considere adoptar contra el régimen del presidente iraquí Saddam Hussein. "Queremos resolver todos los asuntos de forma pacífica, trátese de Irak, Irán o Corea del Norte", pero "defenderemos nuestros intereses", advirtió ante la prensa.
Previamente, Bush había asegurado que los aliados de Estados Unidos "entienden nuestra posición", pese a las crecientes críticas que merecen en Europa las amenazas norteamericanas de lanzar una guerra contra Irak.
"Los líderes con quienes he hablado entienden totalmente lo que hay que hacer. Ellos comprenden la determinación de los Estados Unidos de América. Comprenden que nuestro compromiso no sólo está en Afganistán", afirmó Bush, quien se declaró confiado de que otras naciones se unan a Estados Unidos para "defender la paz".
Por su parte, Koizumi dijo valorar la "firme decisión" del Presidente norteamericano en la lucha contra el terrorismo y opinó que Bush "ha sido muy tranquilo y prudente con respecto a Irak, Iran y Corea del Norte".
Bush agradeció al Primer Ministro japonés el "firme respaldo" a la lucha contra el terrorismo tras los atentados del pasado 11 de septiembre contra Nueva York y Washington. El gobierno de Tokio envió en su momento buques de guerra al océano Indico para brindar apoyo logístico a la campaña antiterrorista encabezada por Estados Unidos.
Por otra parte, el Presidente estadounidense le aseguró a Koizumi el apoyo resuelto de Washington a las reformas estructurales que el jefe de gobierno nipón pretende llevar a cabo para superar la crisis económica que atraviesa el país asiático.
Bush, quien calificó a Koizumi como "gran reformista", destacó que el crecimiento de Japón como segunda potencia económica es importante para la economía mundial.
El Primer Ministro japonés aseguró que "no cejará jamás" en su empeño reformista, pese a los problemas que ello traiga consigo en el corto plazo.
Washington está muy preocupado por la economía nipona, que padece los efectos de una recesión prolongada, una crisis en su sistema financiero, además de deflación y caída de los precios de las acciones.