CARACAS.- Un tercer militar venezolano exigió el lunes la renuncia y enjuiciamiento del Presidente Hugo Chávez, al que acusó de llevar a la nación a una "tiranía extrema".
El contraalmirante de la Armada Carlos Molina siguió los pasos del coronel Pedro Soto, de la Fuerza Aérea, y de Pedro Flores, capitán de la Guardia Nacional, que hace dos semanas reclamaron la dimisión del Mandatario, quien llegó a la presidencia hace tres años.
El contraalmirante Molina, embajador designado en Atenas (Grecia), esgrimió argumentos idénticos a los de los otros dos oficiales, al lanzar desde un hotel su pedido de renuncia de Chávez.
"Venezolanos, por Venezuela, su futuro y el bienestar de nuestros hijos, debemos todos con una sola voluntad exigir la renuncia inmediata de Chávez (...) para de esta forma evitar la confrontación civil instigada desde el ejecutivo", dijo el militar en conferencia de prensa.
Molina protestó por lo que llamó "conducta violatoria de la Constitución" de Chávez y "su régimen", y por el control que dijo ejerce sobre los poderes públicos.
El gobernante, un teniente coronel retirado que lideró un intento de golpe de Estado en 1992, es acusado por opositores de querer concentrar todo el poder en sus manos y de llevar a la nación a un régimen comunista, similar al del Presidente cubano, Fidel Castro, su amigo.
Molina acusó a Chávez de dividir al pueblo venezolano y de deteriorar las relaciones internacionales "con nuestros aliados tradicionales, a cambio de buscar vínculos con gobiernos no democráticos".
También protestó por lo que definió como una falta de un estado de derecho, de "la comprobada y peligrosa relación entre el Presidente y de algunos de sus ministros con la guerrilla terrorista colombiana".
Chávez ha negado que apoye a los grupos subversivos de Colombia y dice que por el contrario respalda el proceso de paz, que busca poner fin a un conflicto de casi cuatro décadas.
Molina denunció también la existencia de corrupción y mal manejo de los recursos para financiar "objetivos políticos totalitarios y enriquecer a altos personeros del Gobierno".
"Hago un llamado a las Fuerzas Armadas nacionales y al pueblo a que manifieste públicamente su rechazo a la posición antipatriótica de Hugo Chávez y soliciten su renuncia", dijo el contraalmirante.
El oficial insistió en que "es imprescindible solicitar de todos los sectores de la sociedad que se unan a esta gesta de recuperación de la libertad y dignidad nacional que exige el establecimiento de un verdadero sistema democrático".
Afirmó que si Chávez no renuncia, el Tribunal Supremo de Justicia debe "proceder a un enjuciamiento del Presidente so pena de hacerse cómplice".
El contralmirante se presentó ante los periodistas en uniforme de gala militar blanco y leyó su curriculum en el que figuraba como último cargo la designación como embajador en Grecia y señaló que le quedan más de tres años de servicio activo.
El militar disidente dijo que no le temía a la represalias del Gobierno. Sostuvo que actúa basándose "en la Constitución vigente, la cual permite a todo ciudadano expresarse libremente en Venezuela y sin más intensión que cumplir con lo que dicta mi conciencia".
