LA HAYA.- El ex presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic se estrenó hoy como su propio abogado defensor con el primer interrogatorio al testigo de cargo inicial de la Fiscalía en el proceso en su contra ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Milosevic, ostensiblemente relajado en su nuevo papel, planteó numerosas preguntas al testigo, Mahmut Bakali, ex gobernador comunista de Kosovo y actual parlamentario en aquella provincia por la Alianza para el Futuro de Kosovo (AAK).
El acusado intentó en esta primera intervención, asistido por una voluminosa documentación, demostrar los vínculos de Bakali con el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), al que Milosevic volvió a calificar de grupo de "terroristas".
El ex presidente logró poner nervioso por momentos a Bakali, quien reconoció, a preguntas de Milosevic, que sirvió de "consejero" a Adem Demaci, representante albanés en la conferencia de paz de Rambouillet (Francia) sobre Kosovo, calificado por el acusado de "jefe del ala política del UCK".
Bakali aseguró desconocer que, tal como aseguró Milosevic, el presidente del partido por el que fue elegido como parlamentario kosovar, el AAK, Ramush Haradinaj, hubiera sido, según "los servicios secretos británicos", el cabecilla de una red de contrabando de tabaco y armas.
El testigo insistió en su papel de "independiente" dentro del AAK, partido del que dijo no ser miembro, sino sólo candidato, pero afirmó desconocer tales acusaciones contra Haradinaj.
El ex presidente yugoslavo exigió a Bakali que presentara al tribunal los recortes de las publicaciones en las que dijo que había denunciado la supuesta situación de represión ejercida por las autoridades de Belgrado contra la población albano-kosovar ya a finales de la década de los años 80.
Bakali, sin embargo, reconoció en esta y otras ocasiones que carecía de las pruebas documentales que le pedía Milosevic, aunque aseguró que podría presentarlas al tribunal.