GAZA.- Las universidades y las escuelas de la franja de Gaza han cerrado hoy sus puertas en protesta por la ofensiva militar israelí contra organismos de seguridad del Gobierno de Yasser Arafat en esta zona y en Cisjordania.
El comercio, en cambio, permanecía abierto pero era mínimo el movimiento en las calles de la ciudad de Gaza a causa de las operaciones de aviones F-16 y helicópteros artillados durante varias horas de esta madrugada en distintos puntos de esa zona.
Fuentes palestinas en ambos territorios, separados entre sí por el desierto meridional israelí del Néguev, informaron de al menos 16 muertos, los dos últimos esta mañana en choques en el campo de refugiados de Balata, junto a la ciudad cisjordana de Naplusa.
La represalia israelí por tierra, aire y mar siguió a la muerte anoche de seis soldados israelíes en una operación de la resistencia palestina en la aldea cisjordana de Ein Arik.
Fuentes de la calle afirman que la F-17, la guardia del presidente Yasser Arafat, impidió que comandos israelíes entraran al despacho y a las oficinas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), pero en ese país se informa de que los ataques contra la sede del Gobierno en la ciudad de Gaza fueron de la Fuerza Aérea y de la Fuerza Naval.
Helicópteros Apache de Israel también atacaron la jefatura de la policía palestina en el campo de refugiados palestinos de Yebalia, el más populoso de la franja de Gaza, y la Fuerza Naval destruyó un guardacostas de la policía de la ANP.
Según el jefe de la seguridad Pública en Gaza, general Abdel Rezak el-Mayaide, el Gobierno del primer ministro israelí, Ariel Sharón, tiene "un nuevo plan, el de presionar al presidente Arafat ocupando las oficinas del Gobierno palestino".
"Pero Arafat es un hombre fuerte y no admitirá presiones", dijo Al Mayaide en declaraciones esta mañana a la televisión palestina.
El militar, asimismo, llamó a Israel a "levantar todas las restricciones", como la división de los 30 kilómetros de extensión de la franja de Gaza en tres secciones incomunicadas entre sí, y el sitio absoluto que hoy impedía salir de sus ciudades y pueblos a centenares de miles de palestinos de Cisjordania septentrional.