CARACAS.- El coronel de aviación Pedro Soto, que el pasado 7 de febrero pidió la renuncia del Presidente venezolano, Hugo Chávez, fue pasado a retiro, anunció hoy el ministro de la Defensa, José Vicente Rangel.
La decisión oficial se tomó después de que Soto fuera declarado en rebeldía al no presentarse a las tres citaciones que le remitió el consejo de investigación encargado de analizar sus declaraciones contra Chávez.
Rangel informó del pase a retiro de Soto a la salida del Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, donde presentó ante Chávez el informe semanal de su gestión.
La Comandancia General de la Aviación emitió una nota en la que señala que el consejo de investigación encontró "suficientes méritos" en la conducta de Soto como para imponerle una "sanción disciplinaria".
El comunicado, firmado por el comandante general de esa fuerza, general Régulo Anselmi, agrega que el informe de la comisión investigadora fue entregado a Chávez, como comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional (FAN), quien ordenó el pase a retiro de Soto.
Rangel dijo que hoy se reunirá el consejo de investigación que tratará el caso del capitán de la Guardia Nacional Pedro Flores, que fue el segundo oficial en servicio activo en pedir la renuncia del Presidente venezolano.
Soto fue el primer oficial activo en pedir públicamente la salida de Chávez del poder, iniciativa que fue seguida un día después por el capitán Flores y posteriormente, el 18 de febrero, por el contraalmirante Carlos Molina, al considerar que el gobernante ejerce el poder de forma antidemocrática.
Rangel reiteró hoy que existe absoluta normalidad en los cuarteles, e insistió en que las acciones contestatarias de estos militares responden a "iniciativas particulares".
El ministro de la Defensa restó importancia a los hechos y pidió que se compare el número de militares disidentes "con el universo de 120.000 hombres que conforman la Fuerza Armada Nacional".
El Gobierno ha minimizado la importancia de los pronunciamientos de los tres oficiales por considerar que carecen de relevancia, mientras que la oposición política venezolana asegura que representan al 80 por ciento de los mandos militares.
Los tres integrantes de la milicia señalaron que sus declaraciones antigubernamentales no infringieron ninguna norma porque la libertad de expresión está consagrada en la Constitución.
Rangel precisó que la Carta Magna no sólo reconoce la libertad de expresión sino que responsabiliza a quienes ejercen ese derecho de lo que digan, responsabilidad que en el caso de los militares queda establecida en la Ley Orgánica de la FAN, el Código de Justicia Militar y sus respectivos reglamentos.
Las manifestaciones de rechazo al Gobierno de los tres militares fueron respaldadas por concentraciones de civiles en la plaza de Altamira, que a su vez fueron contrarrestadas por simpatizantes de Chávez frente a la sede del Gobierno y de la residencia presidencial de La Casona.
