BUENOS AIRES.— El gobierno advirtió el jueves sobre posibles "estallidos sociales" en una Argentina con su economía destruida y una pobreza que se agiganta, en medio de un creciente malestar de la ciudadanía.
"Hay posibilidades de estallidos sociales, en las provincias exactamente", dijo el ministro del Interior Rodolfo Gabrielli, cuando el día despuntaba con renovadas protestas en diversos sectores del país por la crisis socioeconómica.
"Confiamos en lo que estamos haciendo, esos estallidos se van a ir controlando; la Argentina va a encontrar su rumbo", declaró Gabrielli a la prensa.
Mientras Gabrielli hablaba, una multitudinaria manifestación se congregó y cortó una ruta en la provincia de Córdoba, a 750 kilómetros al noroeste, en reclamo de la reactivación de la economía regional, según diversos informes de prensa.
La protesta se desarrolló en Cruz del Eje, una de las más importantes ciudades cordobesas y la ruta cortada, la número 38, es la principal vía de comunicación entre Córdoba y el noroeste del país.
En Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno, se congregaron unas 400 personas para reclamar a las autoridades porque unos 25.000 discapacitados estarían a punto de quedarse sin atención médica ante el inminente cierre debido a la crisis, de obras sociales que les prestan servicios.
La zona del microcentro porteño era recorrida por manifestantes que hacían sonar sus cacerolas frente a los principales bancos, reclamando la devolución de sus ahorros depositados en dólares y no en pesos, y encima devaluados, como ofreció hacerlo el gobierno.
Pobreza
En medio de esta conjunción de episodios, el Presidente Eduardo Duhalde expresó su confianza el jueves de que en poco más de 60 días el panorama va a cambiar.
"En mayo próximo, habrá un espíritu distinto en la Argentina y el alma de los argentinos se sentirá reconfortada", dijo Duhalde en una de sus habituales disertaciones en la radioemisora estatal Nacional.
Sobre la pobreza en el país, dijo que las cifras oficiales difundidas el miércoles "son superiores a lo que habíamos creído".
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, en el último año a octubre han caído bajo la línea de pobreza 830.000 habitantes de Buenos Aires y el cordón urbano que la rodea, el salto más importante desde 1991.
Debido a la crisis, se multiplican las protestas en el país, en el que el miércoles millares de desocupados cortaron rutas y varios centenares marcharon al Congreso y a la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno en reclamo de trabajo y en repudio a la política socioeconómica del gobierno.