KATHMANDU.- La creciente violencia política en Nepal se cobró en las últimas horas otras 37 víctimas, entre ellas 32 policías, en atentados efectuados por los rebeldes maoístas que luchan por la abolición de la monarquía en este reino del Himalaya.
Cinco personas, entre ellas un niño, murieron en la ciudad de Khairani, en el sur del país, cuando los rebeldes arrojaron una bomba de gasolina contra un camión que circulaba a pesar de la ’’huelga’’ convocada por el movimiento armado maoísta, según informó la policía.
Con motivo del sexto aniversario del inicio de su lucha armada clandestina, los maoístas lograron paralizar mediante amenazas de violencia la capital Kathmandú y otras ciudades de Nepal.
Durante la noche del jueves al viernes, los rebeldes mataron a 32 policías en un asalto a una comisaría en Sitalpatti, en el oeste del país, y también atacaron un cuartel del Ejército ubicado en las cercanías de esa ciudad. Los asaltantes se dieron a la fuga al llegar al lugar un helicóptero militar.
Con los últimos muertos, el conflicto armado en Nepal se ha cobrado más de 280 víctimas en menos de una semana. El Ejército aseguró el miércoles haber matado a 48 maoístas. El sábado de la semana pasada murieron 200 personas en la mayor operación armada de los maoístas de los últimos seis años.
Los maoístas dicen luchar también por mejores condiciones de desarrollo en las zonas rurales extremadamente pobres del país. El conflicto ha causado hasta la fecha más de 2.800 muertos. El Parlamento de Nepal prorrogó el jueves por otros tres meses el estado de excepción decretado el pasado mes de noviembre.