BRUSELAS.- Periodistas de todo el mundo guardaron el viernes un minuto de silencio en recuerdo del reportero asesinado Daniel Pearl, del diario financiero norteamericano The Wall Street Journal, y el Presidente francés, Jacques Chirac, extendió sus condolencias a la viuda, al tiempo que otros gobiernos expresaban horror por el asesinato.
En Pakistán, donde Pearl fue secuestrado y asesinado, periodistas y políticos demandaron al Gobierno que persiga a los asesinos y expresaron preocupación de que grupos militantes islámicos puedan continuar con la violencia.
Unos 150 periodistas presentes en la conferencia de prensa diaria de la comisión ejecutiva de la Unión Europea permanecieron en silencio para honrar a Pearl.
"Estoy conmocionado y profundamente triste", dijo Javier Solana, jefe de política exterior y de seguridad de la Unión Europea. Declaró que "aquellos que han perpetrado este bárbaro asesinato han dañado más la causa que dicen defender".
La Federación Internacional de Periodistas dijo que se trató de un asesinato "horrendo y cruel".
"Daniel Pearl no representaba a su Gobierno ni a movimiento político alguno. Era pura y simplemente un reportero trabajador, ocupado en deberes profesionales normales", dijo el presidente del grupo global, Christopher Warren.
Reporteros sin Fronteras, con sede en París, dijo que "la locura que usa a un periodista como chivo expiatorio de la política de su Gobierno es la amenaza más grave en el mundo contra el derecho a informar".
Pearl, director de la oficina del diario en el sur de Asia, desapareció el 23 de enero en Karachi, Pakistán, cuando hacía un reportaje sobre militantes islámicos. El jueves, las autoridades locales dijeron que la embajada de Estados Unidos recibió un video que confirmaba el asesinato. El Departamento de Estado confirmó después la muerte de Pearl, decapitado por sus secuestradores.
El Presidente francés, Jacques Chirac, expresó "enorme tristeza" en una carta enviada a la esposa de Pearl, Mariane, ciudadana francesa y que espera al primer hijo de ambos.
"Me sentí horrorizado por este asesinato, resultado del terrorismo más salvaje y cruel", escribió.
El Presidente paquistaní, Pervez Musharraf, ordenó a las fuerzas de seguridad el arresto de cualquier involucrado y su Ministerio de Relaciones Exteriores declaró que los paquistaníes están "profundamente entristecidos por el brutal asesinato".