RIO DE JANEIRO.- Brasil amenazó este domingo con llevar a los Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) si, como se espera, Washington aplica medidas proteccionistas a las importaciones de acero.
Según la estatal Agencia Brasil, que cita a un alto funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores, hay muchas posibilidades de que el Presidente estadounidense, George W. Bush, aplique las restricciones el próximo 6 de marzo.
"Si las salvaguardas perjudicaran a las exportaciones del país, el Gobierno brasileño se reserva su pleno derecho de llevar el caso ante la OMC", dijo el subsecretario de Comercio del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Graza Lima.
La OMC promueve la apertura del comercio equitativo entre los países y puede imponer sanciones cuando uno de sus socios se salta las normas de equidad.
Según algunos expertos, Bush decretará restricciones que podrían consistir en impuestos y cuotas para proteger a la industria siderúrgica de su país, golpeada por una baja mundial en la demanda de acero y por un exceso de producción que ha inundado los mercados.
La decisión afectaría además a otros exportadores latinoamericanos, como México y Venezuela. Otros veinte países, incluyendo Rusia y la India, también se verían afectados.
Según Graza Lima, la industria siderúrgica de Estados Unidos se ha quedado atrás y ha dejado de ser competitiva, lo que la coloca en desventaja respecto a otros países.
Por otra parte, dijo, ese sector tiene "un gran poder político interno", lo que lleva a pensar en la posibilidad de que Bush ceda a las presiones.
El Gobierno brasileño, manifestó el funcionario, mantiene sin embargo su expectativa de que Bush establezca "amplias cuotas o suficientes para acomodar las exportaciones brasileñas a los niveles actuales" y prevea tasas de crecimiento de mayores volúmenes para los años próximos.
Brasil vende a los Estados Unidos unos 700 millones de dólares anuales en acero semiprocesado, lo que le convierte en el principal proveedor extranjero del producto en ese país.
En medio de una larga disputa sobre este comercio, en las últimas semanas Brasil ha planteado claramente a Estados Unidos que nuevas restricciones a las importaciones de acero afectarán las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El Gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso ha denunciado reiteradamente lo que califica como una falta de equidad en el comercio mundial, ya que con frecuencia los países desarrollados exigen a los otros que abran sus mercados y a la vez aplican medidas proteccionistas a través de aranceles y otras restricciones.
Según Brasilia, los quince productos más exportados por este país hacia Estados Unidos en 1999 tuvieron un arancel promedio del 45,6 por ciento.
En sentido inverso, los quince productos más vendidos por Estados Unidos a Brasil tienen un arancel promedio del 14,3 por ciento.
Las restricciones o "salvaguardas" fueron pedidas por la industria estadounidense y los sindicatos de obreros siderúrgicos en momentos en que Estados Unidos, considerada la locomotora de la economía mundial, entraba en una fase de recesión tras diez años de fuerte crecimiento.