NOBLE, Estados Unidos.- Un juez dejó hoy en libertad bajo fianza a Ray Brent Marsh, responsable de un crematorio de Georgia (EE.UU.), acusado de estafa y del abandono de cientos de cadáveres que nunca fueron incinerados.
En tanto, cuadrillas de excavadores seguían inspeccionando el predio de 6,4 hectáreas del crematorio Tri-State, donde se han hallado los restos de por lo menos 331 personas.
El juez Jerry Day decidió que el hombre, que se enfrenta a 16 cargos por robo mediante engaño, no es un peligro para la sociedad ni es probable que huya y ordenó que quedara en libertad bajo una fianza de 100.000 dólares (115.000 euros).
Los fiscales habían argumentado que Marsh no debía quedar en libertad porque la gente en Noble y sus alrededores está tan furiosa con él que se crearía una situación peligrosa para el sospechoso.
El abogado de Marsh, Ken Poston, alegó que la preocupación por la seguridad de su cliente no era razón para negarle la libertad.
El caso salió a luz el pasado 15 de febrero cuando, después de una delación, funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental entraron en los terrenos de Tri-State y en pocas horas encontraron tres docenas de cadáveres.
Un centenar de policías que inició las tareas de inspección poco después y las autoridades indicaron que podría haber cientos de cadáveres dispersos en el terreno del crematorio, algunos que datan de hasta dos décadas.
Después de que el gobernador Roy Barnes declarara estado de emergencia en el condado Walker, el dueño del crematorio, Marsh, de 28 años, fue acusado de cinco cargos de robo por engaño mediante la aceptación de pagos por incineraciones que no llevó a cabo.
Las autoridades han indicado que después de 11 días de labores, que sólo han cubierto menos de la mitad de la propiedad de Tri-State, varios de los miembros de las cuadrillas de excavación muestran señales de agotamiento y estrés.
La policía ha preparado además planes para el drenaje de un lago cercano después de que se hayan encontrado un torso y un cráneo humanos en sus aguas.
Las tareas de excavación de la zona han costado hasta el momento más de cinco millones de dólares (5,75 millones de euros).
Hasta hoy sólo se habían identificado 69 cadáveres, y los equipos forenses creen que pasarán varios meses hasta que se complete, hasta donde sea posible, la identificación de los restos humanos, una labor lenta y meticulosa ya que muchos de ellos están descompuestos.
Desde el lunes centenares de familiares desconsolados concurrieron a las tomas de muestras de sangre, en el Centro Cívico del Condado Walker, a pocas cuadras del crematorio, con la esperanza de que los exámenes de ADN permitan la identificación de más restos humanos.
Algunos de los familiares trajeron urnas con lo que creían que eran las cenizas de sus seres queridos, cuyos cuerpos fueron enviados al crematorio Tri-State.
Elaine Bray, de Chattanooga, Tennessee, mostró a los periodistas un cuenco lleno de pequeñas piedras y dijo, en tono furioso, que eso es lo que Tri-State le había hecho creer que eran los restos de su hermano.
"Todo lo que traté fue dar un cuidado apropiado a sus restos", agregó. "Y esto es lo que conseguí".
Por cada supuesta incineración, el crematorio cobraba un promedio de 800 dólares.
Hasta hoy las autoridades habían devuelto a algunas familias y casas mortuorias más de 40 conjuntos de restos. Miles de familias han llenado los formularios de solicitud de información o han llamado por teléfono desde que comenzó la investigación hace 11 días.
Marsh se hizo responsable del crematorio Tri-State hace unos cinco años, cuando tomó las riendas del negocio que había sido de su padre, y en el cual se acumulaban los cuerpos por falta de capacidad y equipos adecuados para la cremación.