BUENOS AIRES.- Cuando el juego parecía casi terminado, los gobernadores argentinos sacaron sus cartas de la manga: anunciaron que no aceptarán un recorte en el gasto de sus distritos, una exigencia clave para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ayude al país a salir de la crisis.
Los gobernadores exigen al Estado que gire cada mes a las provincias una suma fija de 1.364 millones de pesos (unos 680 millones de dólares) por redistribución de impuestos federales, sistema conocido como "coparticipación".
Pero el Presidente Eduardo Duhalde ha repetido varias veces que la Nación no está en condiciones de asumir ese compromiso debido a la baja recaudación de impuestos y la depreciación del peso.
Duhalde necesita que se reduzcan las erogaciones para que el Congreso apruebe el proyecto de presupuesto, cuyo tratamiento ha sido postergado por la discusión con los 24 mandatarios provinciales.
El presupuesto estima una caída de 4,9% del Producto Bruto Interno (PBI), una inflación anual de casi 15% y un déficit fiscal de 3.000 millones de pesos (unos 1.500 millones de dólares). También establece un recorte en el gasto de más de 14%.
Duhalde reconoció este martes que el pacto por el nuevo régimen de coparticipación de impuestos "no es un tema tan fácil", aunque indicó que "hay puntos de conflicto menores que se irán superando y hoy, o esta semana, tiene que quedar concluido el acuerdo con las provincias".
Pero las declaraciones de Felipe Solá, gobernador de Buenos Aires -la provincia más importante del país- no fueron alentadoras.
"Algunas cosas del acuerdo, o se cambian o así no va", disparó Solá.
"Como está propuesto, no firmo el acuerdo", señaló por su parte el gobernador de San Juan, Alfredo Avelín.
Argentina necesita la ayuda del FMI y de otros organismos multilaterales para salir de crisis económica, que ya lleva 44 meses, y paliar los efectos de la devaluación de casi 30% del peso.
También busca asistencia para reestructurar el sistema financiero y comenzar a renegociar los pagos de su deuda de 141.000 millones, que suspendió en diciembre.
Sin un presupuesto austero y sin acuerdo con las provincias, la ayuda está muy lejos, sobre todo luego de que la subdirectora del FMI, Anne Krueger, dijera el lunes que "no hay razón en este momento para prestarle más plata a la Argentina".
"Si no hay un acuerdo con nosotros, si no nos dan una mano, va a ser muy difícil salir, porque la economía argentina está muy trabada", dijo Duhalde.
