MOSCÚ.- El ministro del Interior moldavo, Vasile Draganel, dimitió hoy en medio de la crisis política y social desatada por los nacionalistas, que reclaman la caída del presidente Vladímir Voronin y la erradicación de la influencia rusa.
Draganel presentó su dimisión a Voronin y fue sustituido por Gheorgi Papuk, un ex militar que sirvió bajo bandera soviética en el Cáucaso y comandante de un grupo de fuerzas especiales en los últimos años.
Aunque Draganel señaló que su salida del gabinete respondía a razones personales, medios de prensa vincularon la dimisión del ministro a las manifestaciones multitudinarias que desde hace casi dos meses protestan contra "rusificación" de Moldavia a cargo de Voronin.
La dimisión de Draganel siguió al cese ayer del ministro de Educación moldavo, Ilie Vancea, quien había firmado en diciembre pasado la orden de implantar el idioma ruso como obligatorio en la enseñanza secundaria de Moldavia que desató la ola de protestas.
Aunque Vancea retiró el 21 de febrero esa resolución y trató de mediar con los manifestantes, éstos, liderados por nacionalistas partidarios del alejamiento de Rusia y la unión con Rumanía, exigen la dimisión de Voronin y de todo su gabinete.
Las manifestaciones dirigidas por el nacionalista Partido Demócrata Cristiano Popular (PDCP) siguieron hoy en el centro de Chisinau y frente a la cadena de televisión estatal, cuyos periodistas se han unido también a la protesta popular.
EL PDCP acusa a Voronin y su gobierno comunista de seguir los dictámenes de Moscú, implantar la censura en los medios de comunicación, tratar de amoldar la historia moldava a la rusa y llevar al país al caos económico.
Voronin, elegido presidente en abril del año pasado, ha señalado por su parte que el nacionalismo pro rumano del PDCP "ha contaminado el país" de manos del extremismo propagado por su líder Iurie Rosca, un "terrorista político", según el jefe de Estado.
