LA HABANA.- Un autobús se estrelló contra la entrada de la embajada de México en esta capital, y varios cubanos se introdujeron en la sede diplomática. Más de una docena de personas subieron al techo del edificio y vocearon consignas contra el Presidente Fidel Castro, quien se encontraba reunido en ese minuto con el líder de la Alianza por Chile Joaquín Lavín.
El gobierno cubano difundió el jueves en la madrugada un comunicado acusando a Radio Martí, propiedad del gobierno norteamericano, de provocar el incidente al difundir de manera reiterada declaraciones del Secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Jorge Castañeda, que, dijo, fueron "interpretadas como una invitación abierta a ocupar la embajada de México en Cuba".
Los informes de Radio Martí fueron "una grosera provocación" que condujo a los radioescuchas a creer que México otorgaría refugio a cualquier cubano que se presentara en la sede diplomática, dijo el comunicado del gobierno.
Castañeda, que visitó Miami esta semana, fue citado por la prensa de esa ciudad como diciendo que "las puertas de la embajada de México en la isla están abiertas a todos los ciudadanos cubanos".
El comunicado del gobierno dijo que el incidente ocurrió alrededor de las 9:30 de la noche del miércoles, cuando un grupo de "20 antisociales" secuestró un autobús y lo estrelló contra la puerta de entrada de la sede diplomática.
El propio Castro apareció en la embajada poco después de la medianoche, donde fue saludado con gritos de júbilo por más de 100 transeúntes. El Presidente cubano debió interrumpió una reunión que sostenía con el Alcalde chileno Joaquín Lavín, para apersonarse en el lugar del incidente.
Viajando en un grupo de tres jeeps del ejército, Castro estaba acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque y por el vicepresidente Carlos Lage, entre otros.
Funcionarios cubanos, que hablaron en privado el miércoles en la noche, dijeron que sólo podían informar que al menos una de las personas que ingresó a la embajada sufrió lesiones y fue llevada a un hospital. En algunas cuadras alrededor de la embajada se vio por lo menos a dos hombres que eran detenidos, en tanto otros fueron revisados.
Frente al edificio, todavía podía verse el autobús Mercedes Benz azul y blanco que se estrelló contra el portón de la embajada. Funcionarios dijeron que posteriormente, el autobús fue sacado del sitio.
"¡Podemos estar aquí cuatro años, 10 años, pero no saldremos!", gritó un hombre desde el techo. "¡Abajo Fidel!", corearon otros.
En la madrugada del jueves se pudo observar que varios camiones llenos de trabajadores progubernamentales, algunos de ellos portando palos o caños de metal, estacionaron cerca de la embajada.
El embajador mexicano Ricardo Pascoe Pierce está fuera del país y el agregado comercial, Andrés Ordóñez, se hallaba frente al edificio, hablando por un teléfono celular.
El incidente ocurrió poco antes de las 11:00 de la noche, varias horas después que Ordoñez habló con periodistas internacionales que se congregaron para investigar versiones de que algunos cubanos intentaban ingresar a la sede diplomática.
En esa ocasión Ordoñez negó las versiones y dijo que el aumento de la presencia policial en torno al edificio formaba "parte de la protección de rutina para las embajadas que realiza el gobierno cubano".
Poco después de la medianoche, docenas de policías uniformados, algunos con perros, así como agentes de la seguridad estatal, clausuraron el tráfico en varias cuadras en torno a la embajada mexicana. Generalmente sólo dos guardias protegen la entrada a cada embajada en Cuba.