LA PAZ.- El ex dictador y ex Presidente Hugo Banzer, presa a los 75 años de un irreversible cáncer cerebral, se retiró este sábado de la vida política de Bolivia, que marcó a sangre y fuego durante 30 años, durante una asamblea de su partido en la ciudad de Santa Cruz (900 Km. al este de La Paz).
"Ha llegado la hora de que yo, que soy un viejo luchador, veterano de la milicia y la política, me repliegue de la jefatura de ADN" (Acción Democrática Nacionalista, que fundó en 1979 tras encabezar una dictadura de 7 años), dijo por medio de su hija Patricia, que ante 1.500 correligionarios leyó su discurso.
El retiro, motivado por un fuerte deterioro de salud los últimos días, "es una verdad que la sabemos todos y en asuntos de política no hay que ignorarla, nadie es insustituible en ninguna actividad y todos tenemos un paso por la vida que tiene su comienzo y su fin. Ya no tiene retorno, mi decisión es definitiva por razones obvias", dijo.
Tembloroso, de pie, con la voz poco menos que inaudible, un esmirriado Banzer, sometido durante los últimos ocho meses a un riguroso tratamiento anticáncer, pidió en pocas y esforzadas palabras a unos 1.500 dirigentes regionales de su partido ser escuchado en la voz de su hija.
"Como dejé la Presidencia de la República por el bien de mis conciudadanos y en resguardo de la institucionalidad de Bolivia, así también renuncio a la jefatura nacional de ADN, en lo que creo será lo mejor para mis correligionarios de toda la vida", sostuvo.
"Yo no me acobardo ante nada", dijo el ex dictador, prácticamente devastado por la letal enfermedad que ostensiblemente le hizo perder peso.
"Las razones de mi alejamiento son las mismas que las de mi renuncia a la Presidencia", es decir el hallazgo en julio de un cáncer de pulmón extendido al hígado que pese a los esfuerzos médicos se irradió al cerebro y cerebelo, explicó el ex Mandatario (1997-2001), aplaudido a rabiar por su militancia que no dejaba de corear "¡Banzer!, ¡Banzer!, ¡Banzer!".
"Así como me encuentro enfermo aunque firme y seguro, no tengo la capacidad necesaria para guiar exitosamente al partido. No tengo la fortaleza física que se requiere para estos emprendimientos mayúsculos", agregó.
El general (r), que emergió a la vida pública en 1968 como ministro de Educación del militar populista René Barrientos, destacó los logros de los últimos cuatro años de su gobierno legal, en especial el combate a las drogas traducido en la destrucción de 38.000 hectáreas de plantaciones ilegales para la fabricación de cocaína.
"Jamás hicimos nada que no estuviera destinado a un mayor bienestar del pueblo, nunca descuidamos los planes de salud, educación, vinculación caminera, vivienda, saneamiento básico y electrificación", afirmó vitoreado hasta el frenesí por sus parciales.
A tiempo de esbozar una despedida, en el momento más conmovedor de su discurso, se ofreció, no obstante su estado crítico de salud, a colaborar en la medida de sus posibilidades al fortalecimiento de su partido.
"Los acompañaré desde donde esté en los tiempos que vienen, como jefe fundador y vitalicio, honor que me emociona hondamente y del que nunca estaré suficientemente agradecido", dijo.
A punto de cerrar su discurso y antes de que el auditorio prorrumpiera en vítores y sonaran los ritmos de una marcha en su honor en el coliseo deportivo donde ocurrió el acto, Banzer pidió apoyo para su sucesor constitucional en la presidencia de la República desde agosto, Jorge Quiroga, sentado a su diestra.
"Pido a esta, nuestra asamblea, que a la hora de elegir al nuevo jefe nacional del partido tomen en cuenta como recomendación, que elijamos también a quien tiene la capacidad y la experiencia, la sabiduría, para conducir los próximos cinco años" la organización conservadora, dijo mientras prohijaba a Quiroga.
