JERUSALEN.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, dio este domingo un giro en su política respecto al Presidente palestino Yasser Arafat, al estimar que se habían cumplido las condiciones para poner fin a su confinamiento en Ramalá (Cisjordania), en un día marcado además por la muerte de cinco palestinos.
En declaraciones durante una ceremonia militar retransmitida por la televisión pública, Sharon juzgó por la noche que Arafat había cumplido las condiciones para poder salir de Ramalá, donde estaba confinado por el ejército israelí desde el 3 de diciembre.
"Estimo que se han cumplido las condiciones que había impuesto para que Arafat salga de Ramalá. Hay que respetar nuestros compromisos", afirmó el Premier refiriéndose a la detención por parte de los servicios secretos de los cinco palestinos implicados en el asesinato el pasado 17 de octubre del ministro israelí de Turismo Rehavam Zeevi.
No precisó cuándo recuperará su libertad de movimientos el líder palestino, limitándose a decir que después "de lo ocurrido el sábado, no pudimos aplicar inmediatamente nuestros compromisos", en alusión a los dos atentados en Jerusalén y Netanya (al norte de Tel Aviv) que causaron 13 muertos israelíes.
Tampoco precisó si podrá viajar libremente al extranjero, sobre todo a la cumbre árabe de Beirut los días 27 y 28 de marzo. La radio pública, citando a responsables israelíes, indicó que sería autorizado a salir de Ramalá antes de la llegada a la región del emisario estadounidense Anthony Zinni el jueves, pero que no podrá viajar al extranjero.
"Había exigido el arresto de los cinco asesinos de Rehavam Zeevi, sobre todo del jefe del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP, que reivindicó ese asesinato) y lo conseguí bajo presión. Es un gran éxito para mi Gobierno", agregó Sharon.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, había dicho este domingo que Sharon debía reflexionar sobre el tema del confinamiento de Arafat.
Por otra parte, Sharon reiteró que había renunciado a exigir siete días de calma total como condición previa para reanudar las discusiones con los palestinos, pero advirtió que el ejército israelí seguiría sus operaciones "si continúa el terrorismo".
Tras esa decisión, la principal formación israelí de extrema derecha, la Unidad Nacional-Israel Beitenu, anunció su intención de retirarse del gobierno.
Arafat, en tanto, afirmó este domingo que está dispuesto a reanudar el diálogo de paz "inmediatamente" con Israel, pese a "las humillaciones continuas" que sufre su pueblo, en declaraciones a la televisión italiana RAI.
Pero estimó indispensable una intervención internacional "rápida, firme y concreta", pues el gobierno israelí autorizó el domingo al ejército a intensificar sus ataques.
El jefe del Estado Mayor israelí Shaul Mofaz afirmó que "200 palestinos murieron y fueron detenidos 1.200" desde la ocupación por parte del ejército del primer campamento de refugiados en Cisjordania, el 28 de febrero. Según un balance de la AFP, el número de esos palestinos se eleva a 129.
Dos palestinos murieron el domingo por la tarde cuando el vehículo en el que viajaban estalló cerca de la localidad de Jebel al Mukabber, en la entrada sur de Jerusalén este.
Otro palestino murió por disparos de soldados israelíes cerca de Naplusa, en Cisjordania, y un cuarto tras ser alcanzado por tiros israelíes cerca de un retén en Jerusalén este.
Por la mañana, un palestino murió en el norte de la Franja de Gaza después de acuchillar a un colono y disparar a bocajarro contra un soldado. Por otra parte, un israelí resultó herido por la noche al ser alcanzado por disparos contra una discoteca aledaña a una sinagoga en Ashdod (sur de Israel) y la policía detuvo a un palestino sospechoso de ser el autor de esos tiros, anunció un oficial de policía.
Dos helicópteros israelíes destruyeron por la tarde un edificio de los servicios de inteligencia palestinos en la ciudad de Beitunia, cerca de Ramalá, sin causar heridos y dispararon al menos dos cohetes contra objetivos palestinos en el campamento de refugiados de Jabaliya (norte de la Franja de Gaza).
Antes, F-16 bombardearon objetivos palestinos al norte de Gaza.
Al mismo tiempo, el ejército israelí proseguía sus operaciones de limpieza en los campamentos de refugiados de la región de Belén, en Cisjordania, según fuentes palestinas.
El presidente del Consejo Legislativo (parlamento) palestino Ahmad Qorei y el jefe de los negociadores Saeb Erakat tenían previsto reunirse este domingo con el canciller israelí, Shimon Peres, pero el encuentro fue aplazado.
En los territorios palestinos y en las localidades árabes de Israel hubo huelga general, con un elevado índice de seguimiento, para denunciar la represión militar israelí.
En El Cairo, donde este fin de semana se reunieron 22 ministros árabes de Relaciones Exteriores o sus representantes, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, aseguró que los países árabes ofrecerán a Israel durante su cumbre de Beirut "la última oportunidad para la paz".