BEIJING.- China criticó por primera vez públicamente, este lunes, tras haber apoyado la guerra contra el terrorismo, el fortalecimiento de la presencia militar norteamericana a través del mundo después de los atentados del 11 de septiembre pasado contra Estados Unidos.
Hasta ahora las autoridades chinas han apoyado firmemente la guerra lanzada por Washington contra el terrorismo, absteniéndose en particular de criticar la presencia militar norteamericana en Asia central.
Un informe del gobierno de Beijing publicado este lunes menciona, sin embargo, el fortalecimiento de la presencia militar estadounidense entre las violaciones a los derechos humanos cometidas por Estados Unidos.
"Estados Unidos ha construido numerosas bases militares a través del mundo, donde ha colocado cientos de miles de hombres, violando los derechos humanos en todo el mundo", anota el informe, que ahora se publica anualmente, sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos.
Antes del 11 de septiembre, "Estados Unidos había estacionado tropas en 140 países. En la actualidad, Estados Unidos ha extendido sus autodenominados intereses de seguridad a prácticamente todos los rincones del mundo", agrega el largo informe destinado a contrarrestar las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en China que regularmente lanza Estados Unidos.
En el informe, publicado por tercera año consecutivo, el gobierno chino detalla, como en años precedentes, la escalada de violencia en Estados Unidos y las práctica judiciales "injustas" que se dan en ese país.
El documento chino tampoco olvida el foso creciente que se da en ese país entre ricos y pobres, la discriminación sexual y racial, el maltrato que sufren los niños y las minorías, así como la "injerencia arbitraria" en las cuestiones de derechos humanos de otros países.
Este año, el fortalecimiento de la potencia militar norteamericana es objeto de un capítulo aparte, que denuncia en particular la amplitud del gasto militar y de las exportaciones norteamericanas de armamento.
El capítulo menciona igualmente el choque, el pasado mes de abril, entre un avión espía norteamericano y un cazabombardero chino, incidente que "suscitó una viva indignación y fuertes protestas de parte del pueblo estadounidense".
El incidente ocurrido tres meses después de la asunción del Presidente George W. Bush, provocó un claro enfriamiento de las relaciones entre Beijing y Washington, antes de la mejoría del segundo semestre, tras los atentados del 11 de septiembre.