BUENOS AIRES.— El ex presidente Fernando de la Rúa "nunca ordenó matar a nadie", declaró el lunes su abogado, ante la próxima citación judicial del ex mandatario por la sangrienta represión ocurrida el 20 de diciembre, día en que renunció a su cargo.
Virgilio Loiácono, defensor de De la Rúa, declaró a la prensa que "nunca ordenó matar a nadie y por el contrario procuró reimplantar el orden de acuerdo a los medios legales".
La jueza federal María Servini de Cubría ordenó la detención y procesamiento de dos funcionarios del gobierno de De la Rúa, el ex secretario de seguridad, Enrique Mathov y el ex jefe de la policía federal, comisario Rubén Santos.
La magistrada investiga quien ordenó la violenta represión policial que provocó la muerte de cinco personas que participaban en diciembre de manifestaciones callejeras de repudio a De la Rúa.
Como parte de su investigación, la jueza dijo que citará a De la Rúa para determinar su responsabilidad en esos episodios, que provocaron enorme indignación en la opinión pública.
A fin de neutralizar las protestas, así como algunos saqueos de supermercados, De la Rúa decretó el estado de sitio. Dejó sin efecto la medida como su último acto de gobierno, después de dimitir.
"El doctor De la Rúa en absoluto tiene miedo de quedar preso cuando le toque declarar ante la justicia federal por estos hechos. Pero aquí se ha perdido el respeto al principio de inocencia, lo que hace que se detenga a quien no tiene sentencia firme", agregó Loiácono.