BUENOS AIRES.- Los profesores, agentes del Estado y empleados de los bancos irán a la huelga entre mañana jueves, y el próximo viernes en Argentina, en el marco de una crisis social que afecta sus condiciones de trabajo.
Los docentes de las escuelas públicas y los empleados del Estado coincidirán mañana en una jornada de huelga nacional que incluirá una manifestación frente a la sede del Parlamento, hasta donde llevarán sus antiguas demandas.
Marta Maffei, líder de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), dijo que la medida de fuerza no sólo tiene relación con la situación salarial de los maestros, sino también con la falta de políticas adecuadas para las escuelas en el inicio de este ciclo lectivo.
"Es la primera vez que tenemos más bancos que alumnos. Los chicos ya no pueden ni ir a la escuela", se quejó la dirigente de la CTERA, el mayor sindicato del sector, en una conferencia de prensa en la que ratificó la huelga.
En distintas provincias los maestros han soportado varios meses sin cobrar sus salarios, por lo que la enseñanza está paralizada o afectada en cinco de ellas.
Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) acompañará la huelga de mañana con una marcha desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno.
Los estatales están en lucha desde el año pasado, cuando el Gobierno aplicó una rebaja del 13 por ciento en sus salarios para reforzar su política de contención del gasto público.
La ATE también se opone al contenido del Presupuesto 2002 aprobado por el Parlamento y a las exigencias presentadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un potencial rescate financiero para el país.
El viernes irán a la huelga los empleados de los bancos, sometidos en las últimas semanas a situaciones de estrés derivadas de la furia que ha causado entre los ahorradores el "corralito" financiero en el que está encerrado el dinero de millones de personas.
Los bancarios se negaron a acatar una "conciliación obligatoria" dictada por el Ministerio de Trabajo para aplazar la medida de fuerza.
El sindicato del sector señaló en un comunicado que los trabajadores soportan "jornadas extenuantes e interminables de labor sin contraprestación salarial".
"Somos sometidos a una presión extrema por quienes confunden a los trabajadores bancarios con banqueros, haciéndolos blanco de todo tipo de agresiones que suman al estado de inseguridad ya hecho crónico", añadió.
El viernes llegarán también a Buenos Aires cientos de trabajadores y desempleados que el pasado lunes iniciaron una marcha de cinco días desde distintos puntos de Argentina con la idea de reunirse frente a la Casa de Gobierno para expresar sus demandas sociales.
