WASHINGTON.- La Casa Blanca rehusó hoy confirmar que el proyecto de ley para intensificar la ayuda a Colombia para la lucha antiguerrillera será presentado ante el Congreso la próxima semana, pero sí reiteró que va a pedir más medios legales para apoyar al Gobierno de Bogotá.
El diario The Washington Post señaló hoy, citando a fuentes legislativas, que el Gobierno de EEUU planea pedir al Congreso la próxima semana una retirada de todas las restricciones a la entrega de ayuda militar a Colombia.
Tras la ruptura del proceso de paz entre el Gobierno del presidente Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC -grupo considerado terrorista por Washington- el Gobierno y el Congreso de EEUU mantienen conversaciones acerca de cómo poder incrementar la ayuda de Washington a Bogotá.
Fuentes oficiales señalaron al Post que, aunque el Gobierno quiere eliminar todas las restricciones, quiere "dejar claro" al Congreso que seguirá respetando el actual nivel máximo de tropas en Colombia (400 militares) y las exigencias sobre el respeto a los derechos humanos por parte de los militares colombianos.
La Casa Blanca no quiso confirmar esos detalles, ni siquiera si la propuesta de ley se presentará al Congreso la próxima semana, no por casualidad la misma en la que el presidente George W. Bush viajará la próxima semana a Latinoamérica, con escalas en México, Perú (donde se reunirá con los presidentes andinos) y El Salvador.
Un portavoz presidencial, Scott McClellan, se limitó a decir que "estamos decididos a pedir autorizaciones legales nuevas y más explícitas" para apoyar la "campaña unificada" del gobierno colombiano "contra el tráfico de narcóticos y las actividades terroristas".
"Los atentados terroristas son una amenaza seria para las instituciones democráticas de Colombia, y continuaremos la revisión de las peticiones del Gobierno colombiano para apoyo antiterrorista", añadió.
La ayuda militar que EE.UU. entrega a Colombia está restringida a la lucha contra el tráfico de drogas y limita su acceso a unidades militares que hayan estado relacionadas con violaciones a los derechos humanos, además de restringir a un máximo de 400 el número de personal militar norteamericano en ese país.
EE.UU. tampoco puede dar imágenes de satélite sobre las posiciones de los miembros de las FARC, una organización a la que Washington considera terrorista.
La mayoría de las restricciones proceden de la llamada "enmienda Leahy", propuesta por el senador demócrata Patrick Leahy, y que limita severamente la ayuda norteamericana, además de circunscribirla exclusivamente a la lucha antidrogas.
Un portavoz del senador Leahy señaló a EFE que este legislador celebrará en el curso de hoy una reunión con representantes del Gobierno para ver "qué es lo que tienen en mente".
"Hasta no conocer más detalles, no vamos a hacer más comentarios", añadió el portavoz.
En las últimas semanas, el Gobierno y sus portavoces han asegurado que respetarán las limitaciones actuales mientras sigan en vigor, sin negar que buscan su levantamiento.
Sin embargo, Washington no ha mencionado hasta ahora a los paramilitares de las AUC, a pesar de que el propio Departamento de Estado acusa a esa organización de beneficiarse también del tráfico de drogas y de cometer numerosos asesinatos y otras violaciones de los derechos humanos.
En su último informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, el Departamento de Estado señaló que la situación de los derechos humanos en Colombia "continúa siendo pobre", tanto por los abusos de las guerrillas de las FARC y el ELN, como los paramilitares de las AUC y de las propias Fuerzas Armadas, además de que insiste en que el Ejército colabora con los paramilitares.