HOUSTON (Texas).- El jurado de Texas que el martes declaró culpable de asesinato a Andrea Yates, la madre que ahogó a sus cinco hijos, la condenó hoy a cadena perpetua, con 40 años de cárcel mínimos sin posibilidad de libertad condicional.
El jurado compuesto por 8 mujeres y cuatro hombres, que sólo tardó cuatro horas en decidir su culpabilidad, decidió en menos de una hora no condenarla a muerte por considerar que esta mujer no representa un peligro futuro para la sociedad.
Para ser condenada a la pena capital hubiera sido necesario que los 12 miembros del jurado votaran unánimemente.
La propia fiscalía, que inicialmente se inclinó por la pena de muerte, había apuntado en la presentación final de argumentos, la posibilidad de una sentencia de cadena perpetua.
La decisión de declararla culpable de asesinato significó que el jurado no tomó en cuenta los argumentos de la defensa que se basaron en que la acusada padecía una enfermedad mental que la llevó a cometer el múltiple asesinato de sus hijos de edades comprendidas entre los 7 años y 6 meses.
Yates, de 37 años, había intentado suicidarse en dos ocasiones y había sido internada en un hospital reiteradamente por sufrir lo que técnicamente se conoce como "depresión posparto".
La propia Yates se declaró no culpable por razones de demencia y, durante las tres semanas que duró el juicio, su defensa intentó convencer al jurado de su incapacidad para distinguir entre el bien y el mal, por padecer de una severa depresión posparto complicada con psicosis.
Sin embargo, para la ley de Texas, los acusados son considerados por principio presumiblemente sanos, y para probar lo contrario la defensa tiene que convencer al jurado de que una enfermedad o defecto tuvo un papel suficientemente grande como para impedirle al acusado la distinción entre el bien y el mal.
Los especialistas habían advertido ya que en Texas, el estado que más reclusos ejecuta en este país, han fracasado tradicionalmente las estrategias de defensa que se centran en probar la inocencia por esta razón.
El caso de Andrea Yates, cuyo crimen está registrado como el más horrendo acometido por una mujer contra sus hijos en este estado, ha despertado gran interés nacional e internacional.
En la mañana del 20 de junio del año pasado Yates ahogó a sus cinco hijos en la bañera de su casa.