BOGOTA.- La policía colombiana afirmó hoy que busca a dos hombres y una mujer como principales sospechosos del asesinato del arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte Cancino, acribillado el sábado al salir de una iglesia.
El propio Fiscal General de la Nación, Luis Camilo Osorio, anunció que asumió personalmente la investigación del asesinato del prelado, que recientemente había denunciado la influencia del narcotráfico en la campaña electoral.
Entre tanto, el asesinato de monseñor Duarte Cancino fue repudiado hoy en todos los diarios del país que en sus editoriales señalaron que se trató de un hecho "repugnante".
"Resulta repugnante, como señal del acelerado deterioro del país, que asesinen a quienes encarnan una luz de esperanza" para los colombianos, señala hoy el editorial del diario "El Tiempo".
El periódico precisó que monseñor Duarte Cancino se convirtió en "la voz de los que no tienen voz" defendiendo sus derechos y las libertades y tratando de buscarle una salida "a este infierno en que se nos ha convertido Colombia".
"Aqui nadie está libre de pecado", subraya el editorial, al señalar que los autores pueden ser políticos corruptos, asociados a los narcotraficantes o guerrilleros de izquierda, que fueron blanco de las criticas del jerarca de la Iglesia.
"Ha caido un alto jerarca de la Iglesia católica en el sangriento torbellino de nuestra realidad", recalcó el influyente diario colombiano en su editorial titulado "Cuando se mata a un Pastor".
Duarte Cancino denunció hace un mes que los narcotraficantes estaban financiando la campaña de candidatos al Congreso. A la denuncia el mismo presidente Andrés Pastrana le pidio nombres y le dijo que "no tirara la piedra y escondiera la mano".
El tabloide conservador El Nuevo Siglo describió al asesinado arzobispo como un hombre que "no sabía transar ni entendía el silencio cómplice y cobarde, porque era de la estirpe noble y lejana, insobornable en el deber y la defensa de la verdad".
"La noticia del aleve homicidio acongoja a todos, enluta a Colombia, a los cristianos del mundo y a las gentes de bien de los más diversos credos", precisó el editorial.
"Esperamos que su muerte no sea inútil y que su sangre contribuya a reverdecer las esperanza de paz en Colombia", enfatizó el editorial titulado "Colombia está de luto".
A los diarios se unieron los comentarios con expresiones de censura al crimen, cometido el sábado al terminar una misa en un barrio obrero de la ciudad de Cali, 332 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Desde el día del asesinato, más de un millon de personas han desfilado frente al féretro que contiene el cadáver de monseñor Duuarte Cancino en la catedral de Cali.
En el conocido Parque Caicedo, al frente de la catedral, cientos de mujeres y hombres, con pancartas de repudio total, siguen en vela rindiéndole un homenaje póstumo al que consideraron su "guía espiritual".
Las fotografias elaboradas en base a los testimonios se distribuyen en todos los rincones de Cali tratando de buscar la identificación de los sospechosos, informó la policía.