BOGOTÁ.- La guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) negó hoy cualquier responsabilidad en el asesinato del arzobispo de Cali, Isaías Duarte Cancino, ocurrido el sábado, y lamentó el crimen, que calificó de "cobro de cuentas" a la Iglesia por su papel en el proceso de paz.
La afirmación la hizo "Francisco Galán", uno de los portavoces políticos del ELN, preso en la cárcel de Itaguí (Antioquia), quien leyó un comunicado del comando de su organización por la emisora "Radionet" en el que se califica el asesinato de "atrocidad".
"Francisco Galán", cuyo verdadero nombre es Gerardo Bermúdez, dijo que, aunque el ELN no compartía ciertas apreciaciones del obispo, que criticó sus secuestros masivos, sigue empeñada en las conversaciones de paz con el Gobierno para lograr un alto el fuego.
El ELN consideró que el crimen, ejecutado cuando Duarte Cancino salía de celebrar un matrimonio colectivo en un templo de la barriada populosa de Aguablanca, de Cali, "es un repudiable cobro de cuentas a la Iglesia por su papel en la búsqueda de la paz".
La segunda guerrilla del país en tamaño, después de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), celebra desde noviembre pasado conversaciones de paz con delegados del Gobierno colombiano en territorio cubano.
La semana pasada, el Ejecutivo y el ELN anunciaron que están discutiendo una posible tregua de seis meses, mientras que el mes pasado el Gobierno canceló el proceso de paz establecido en 1999 con las FARC, que desataron una escalada de atentados por parte de ésta.
El prelado asesinado fue uno de los mayores críticos del secuestro, por parte de un frente del ELN, de más de 150 personas que asistían a la misa dominical en una iglesia de Cali, en mayo de 1999, a cuyos autores excomulgó.
El ELN confió en que "esta nueva tragedia no quede en la impunidad, como tantas muertes y masacres que a diario se cometen contra los humildes de nuestra patria".
Este asesinato "es la expresión de la agudeza y gravedad por las que atraviesa el conflicto. Lamentablemente, ensombrece aún el panorama de la paz, por cuanto la Iglesia ha sido una de las instituciones que han estado vinculadas más estrechamente a la búsqueda de una salida política al conflicto", expresó el ELN.
Añadió que "si bien no compartíamos puntos de vista, opiniones o acciones de monseñor Isaías Duarte frente a diversos temas de la realidad del país y del conflicto, ello no incidió para que mantuviéramos un intercambio franco y abierto y una comunicación permanente".
"Mucho menos, el ELN llegó a pensar en atentar contra su vida", concluyó el portavoz de esta guerrilla.
