BELEN.- Las tropas israelíes abandonaron la bíblica Belén y una aldea cercana el martes en la madrugada, con lo cual Israel y los palestinos dieron un paso más hacia un cese al fuego.
Los soldados retiraron bolsas de arena de los tejados, y camiones blindados y tanques partieron de Belén y Beit Yala hacia territorio israelí.
Con todo, las tropas israelíes permanecían en El-Jader, aldea vecina a Belén, e imponían el toque de queda en el campo de refugiados de Aida, adyacente a Belén.
El repliegue se produjo durante una visita del vicepresidente estadounidense Dick Cheney, quien culminó una gira por la región, dedicada a promover la campaña antiterrorista de Washington.
Según la televisión israelí, la Autoridad Palestina aseguró que su policía impedirá que milicianos disparen desde Beit Yala hacia un distrito de Jerusalén reclamado por ambos bandos.
En el norte de Gaza, los tanques israelíes se replegaban de una zona de cultivos que fue tomada cuando palestinos lanzaron cohetes hacia un pueblo israelí.
En otros hechos de violencia el lunes, soldados israelíes mataron a tiros a un palestino armado cerca de un cruce entre Gaza e Israel, dijeron los militares. Asimismo, fueron disparados dos cohetes Qassam hacia Israel desde el norte de Gaza, agregaron. Los palestinos dijeron que Israel despachó vehículos blindados a las granjas del lugar.
Los soldados israelíes rastrearon y arrestaron a dos palestinos que se habían infiltrado en el norte de Israel y que, según dijeron los militares, planeaban un acto terrorista.
En el indicio más promisorio desde que Zinni llegó la semana pasada, oficiales de seguridad israelíes y palestinos se reunieron tres veces en menos de 24 horas.
"La reunión de hoy fue áspera y seria, pero positiva", comentó Jibril Rajoub, jefe de seguridad palestina en Cisjordania. "Los israelíes se comprometen a retirarse de todas las zonas (de administración palestina) en Cisjordania".
Las fuerzas israelíes irrumpieron en más de media docena de ciudades y pueblos palestinos este mes en busca de militantes.
Zinni trata de lograr que ambos bandos cumplan el cese de fuego que se acordó el año pasado con la mediación del director de la CIA George Tenet.
Ambas partes habían apoyado el plan anteriormente, que dispone el retiro de las tropas israelíes a las posiciones previas a septiembre de 2000, cuando estallaron las hostilidades. Según el plan, los palestinos deben impedir ataques contra Israel y, lo que podría ser sumamente difícil, retirar las armas a los militantes.
Varios acuerdos de cese de fuego han fracasado hasta ahora, y aun si las dos partes lo acuerdan, no hay garantías de que se cumpla.
Sin embargo, ambos bandos ven la presencia de Cheney como un incentivo para acordar una tregua.
Desde que estalló la lucha en septiembre del 2000, han muerto 1.208 personas entre los palestinos y 352 entre los israelíes.
