CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II expresó hoy su profunda tristeza por la "más grave forma de traición" cometida por los sacerdotes católicos implicados en escándalos por pedofilia, en particular en Estados Unidos.
El Pontífice denunció a los sacerdotes que "traicionan" sus vocaciones y declaró que la Iglesia está muy "cerca" de las víctimas que sufrieron sus pecados, en alusión a los recientes escándalos paidófilos, en su mayoría en Estados Unidos.
Esta alusión pontificia figura en un texto de menos de una página, la "carta a los sacerdotes del mundo", que el Papa publica tradicionalmente en ocasión del jueves santo.
"En este momento estamos, como sacerdotes, personal y profundamente afectados por los pecados de algunos de nuestros hermanos que han traicionado la gracia recibida con la ordenación, cediendo así a las peores manifestaciones del "mysterium iniquitatis" (el misterio del mal o del diablo, ndr) que opera en el mundo", escribió el Papa.
"Son problemas que sacuden en los últimos días a la opinión pública de distintos países", agregó.
"Esos escándalos graves terminan por arrojar una sombra oscura sobre los demás sacerdotes que cumplen su ministerio con honestidad, coherencia y caridad heroica", afirmó Juan Pablo II.
El jefe de la iglesia católica manifestó "la solicitud de toda la Iglesia para con las víctimas de esas situaciones penibles" y pidió a todos los sacerdotes que "tengan confianza en la potencia salvadora de la gracia, se acojan al "mysterim Crucis" (misterio de la cruz o del sufrimiento, ndr) y se comprometan de nuevo a la busqueda de la santidad".
"Con este documento el Papa quiere expresar su solidaridad a todos los sacerdotes y obispos de las diócesis en donde han habido denuncias", comentó el cardenal colombiano, Dario Castrillón Hoyos, prefecto para el clero.
No es la primera vez que el Papa se refiere a los escándalos suscitados por denuncias de abusos por pedofilia y homosexualidad contra sacerdotes.
En enero de este año el Papa preconizó la "reeducación" de los eclesiásticos culpables de abusos sexuales o de actos de pedofilia en el curso de una reunión con el cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe, ex Santo Oficio.
La congregación que dirige Ratzinger se ocupa desde hace poco directamente de los casos de pedofilia y de abusos sexuales en que estén involucrados eclesiásticos, por orden especial del pontífice.
Ratzinger anunció que los eclesiásticos responsables de abusos sexuales serán sometidos a juicio y que según las circunstancias, serán juzgados por un tribunal eclesiástico local o ante la congregación vaticana, la cual será competente en todos los procesos en apelación.
Gracias a esa decisión, el Vaticano maneja directamente el problema, que había suscitado situaciones molestas en los episcopados, sobre todo en Estados Unidos, donde se indemniza a las víctimas de los abusos.
Escándalos en EE.UU.
El 13 de marzo, Karol Wojtyla había aceptado la renuncia por "enfermedad u otra causa grave" de monseñor Anthony O’Connell, obispo de Palm Beach, en el estado de Florida, Estados Unidos, acusado de pedofilia por un seminarista.
Los hechos se refieren al período, hace 27 años, en el que O’Connell, de 64 años, era rector de un seminario y el acusador, Christopher Dixon, tenía sólo 15 años.
La diócesis reconoció los hechos y debió pagar a Dixon 125.000 dólares de indemnización.
O’Connell se declaró inocente y dijo que solamente quería ayudar al joven.<
El predecesor de O’Connell, monseñor Joseph Symons, había renunciado al gobierno de la diócesis, en 1998, por acusaciones similares.
En el Vaticano hay expectativa por la solución de otro caso de este tipo, el del obispo de Poznan, Polonia, Julius Paetz, quién siempre rechazó las acusaciones.
El obispo de la diócesis de Palm Beach, O’ Connell, representaba la figura de más alta jerarquía de la Iglesia católica de Estados Unidos que se quedó desplomada en medio de una espiral de escándalos de pedofilia.
O’Connell se encuentra enclaustrado tras su confesión provocada por una serie de informes del diario St.Louis Post- Dispatch sobre abusos sexuales de miembros del clero.
El comportamiento delictivo del obispo supuestamente ocurrió en un seminario del estado de Missouri donde se edita el rotativo.
La víctima, Christopher Dixon, denunció que buscó a O’Connell para recibir un consejo y este terminó metiéndose en su cama para manosearle.
A raíz de ese episodio, Dixon terminó por abandonar los hábitos y se dedicó a denunciar y combatir judicialmente el "silencio" del clero ante este tipo de incidentes.
Un situación similar ocurre en la diócesis de Boston, en donde el cardenal Bernard Law, la principal autoridad del Catolicismo en Estados Unidos, se ha visto enfrentado a la posibilidad de renunciar por las numerosas quejas de presuntas víctimas de abusos sexuales de sacerdotes de su diócesis.
El descalabro de O’Connell ha sido tomado con particular asombro ya que él mismo había sustituido en 1999 a un obispo también acusado de abuso sexual contra un menor.
En 48 demandas judiciales entabladas en Boston contra la Iglesia Católica por supuestos abusos sexuales de religiosos, el obispo Daily aparece señalado como supuesto encubridor de algunos casos al fallar en denunciarlos públicamente cuando estaba asignado a aquella jurisdicción de la iglesia.
La arquidiócesis de Boston acordó pagar entre 15 y 30 millones de dólares a unos 86 demandantes por supuestos abusos.