BOGOTA.- La guerrilla y los grupos paramilitares de extrema derecha están involucrados en la campaña para las elecciones presidenciales del 26 de mayo, apoyando o vetando candidatos, denunciaron los propios aspirantes a gobernar a Colombia.
El candidato presidencial de la oposición liberal Horacio Serpa insinuó, sin mencionar su nombre, que Alvaro Uribe Vélez, el amplio favorito en las encuestas, podría llegar al poder con el respaldo armado de los paramilitares.
Serpa retó a las autoridades y medios informativos "para que digan que el paramilitarismo está haciendo proselitismo político y digan con toda claridad por quien el paramilitarismo está obligando a la gente a votar para Presidente de la República".
Agregó, en un discurso pronunciando en la noche del jueves en Montería, ciudad del norte del país, que si no lo hacen, él lo hará para evitar que sean los "paramilitares quienes impongan el próximo Presidente".
Uribe, candidato multipartidista del centro-derecha, negó este viernes las afirmaciones de Serpa. "No acepto ni apoyos del paramilitarismo ni vetos de la guerrilla", afirmó en una entrevista a radio Caracol.
"Yo hice tres campañas electorales para el Senado y una para la Gobernación de Antioquia y jamás he buscado el apoyo de la guerrilla o de paramilitares, ni me he financiado con dineros del narcotráfico o de la corrupción o de los auxilios parlamentarios", agregó.
La alusión a los dineros del narcotráfico pareció ser una recordación a Serpa de que él fue director de la campaña que llevó al poder al ex presidente Ernesto Samper (1994-98) con la ayuda de cinco millones de dólares del cartel de Cali, lo que provocó el mayor escándalo político del siglo pasado de Colombia. Serpa fue exonerado de responsabilidad por la justicia, pero dos ejecutivos de la campaña fueron sentenciados.
Uribe tiene en la más reciente encuesta de intención de voto el 59,5 por ciento, mientras Serpa que marcha segundo figura con el 24%.
Para ganar la Presidencia de la República se necesitan la mitad mas uno de los votos. De lo contrario habría una segunda vuelta entre los dos más votados. Hay otros cuatro candidatos en la carrera presidencial con intenciones de voto inferiores al 5%.
A su vez Uribe, abogado y economista de 49 años, denunció que recientemente, durante una de sus correrías electorales, en una población que no mencionó, la guerrilla amenazó a varias emisoras locales con dinamitarlas si transmitían su discurso.
La Fiscalía y la Policía han reportado que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han intentado asesinar tres veces a Uribe. Por uno de estos atentados hay cuatro supuestos guerrilleros bajo proceso judicial.
Uribe reiteró que es víctima de una "guerra sucia" nacional e internacional que busca descalificarlo ante la opinión pública por su enérgica posición contra la guerrilla y su propuesta de crear una red de informantes de un millón de personas para ayudar a las fuerzas militares a combatir a los grupos armados al margen de la ley.
"Se vino la guerra sucia a ver si me echo para atrás. Pero mi política de seguridad no tiene reversa", afirmó el candidato que ha ganado popularidad con sus propuestas de ejercer con severidad la autoridad, pero sin vulnerar los derechos humanos, para forzar a la guerrilla a pactar la paz.
