LIMA.- El ex presidente peruano, Alberto Fujimori, rechazó este viernes que sus seguidores hayan perpetrado el atentado con un coche bomba que el miércoles dejó nueve muertos en Lima, tres días antes de la visita del Mandatario estadounidense George W. Bush.
Desde su refugio en Japón, a donde huyó a fines del 2000 luego que estalló el mayor escándalo de corrupción de la historia local, Fujimori pidió además a los peruanos que apoyen al Presidente Alejandro Toledo.
"Versiones tendenciosas tratan de culpar al 'fujimorismo' de este excecrable hecho. Esta es una falta de respeto a los miles de peruanos 'fujimoristas'", dijo el ex mandatario en su página en la Internet.
La década de poder (1990-2000) de Fujimori acabó con su destitución tras develarse la gran mafia que lideró su ex jefe de espías, Vladimiro Montesinos, quien afronta preso 52 juicios por cargos que van desde el narcotráfico hasta asesinatos.
Además de los "fujimoristas", en Perú se barajan varias hipótesis sobre los autores de la explosión de un coche bomba cerca a la embajada de Estados Unidos en Lima, que van desde los hombres de Montesinos hasta la guerrilla de Sendero Luminoso, grupos islámicos o colombianos.
Pese a que Fujimori tiene una orden de captura en este país como "coautor" del asesinato de 25 personas en su gestión, un sondeo reciente arrojó que casi cuatro de cada 10 peruanos en Lima cree que si regresa tiene un futuro político en Perú.
Pero Fujimori no piensa salir de Tokio amparándose en su doble nacionalidad y el aval de ese gobierno. Tampoco puede ser extraditado por la falta de un tratado en la materia entre Perú y Japón.
"Quienes luchamos contra el terrorismo y logramos la paz interna, que antes nadie se atrevió buscar, no podemos ser señalados antojadizamente como culpables", dijo Fujimori refiriéndose a la lucha contra la guerrilla que caracterizó a su gestión.
Durante su gobierno, la policía capturó en 1992 a los máximos dirigentes de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), con lo cual decayó esa violencia tras causar en casi dos décadas unos 30.000 muertos y 25.000 millones de dólares en pérdidas materiales.
Por otro lado, Fujimori pidió por segunda vez a los peruanos apoyar a Toledo. A inicios de marzo invocó a los políticos a unirse en el proceso de diálogos por la gobernabilidad.
Toledo asumió el poder en julio tras liderar una marcha nacional contra la década de poder de Fujimori. "Con ese respaldo, el Sr. Toledo podrá tomar las medidas de seguridad interna necesarias, sin pensar en el 'qué dirán'. Ponerle trabas al gobierno... es lo peor que podría suceder a Perú en una coyuntura tan compleja", concluyó Fujimori tras expresar sus condolencias por la víctimas del atentado.