SAN SALVADOR.- El Gobierno de Estados Unidos espera terminar “en un futuro próximo” el proceso para decidir la reanudación de los vuelos de interceptación del narcotráfico sobre cielo de Perú, dijo hoy el secretario de Estado, Colin Powell.
“Queremos reanudar los vuelos de interdicción (antinarcóticos) lo antes posible, que no quede duda”, declaró el secretario de Estado durante el viaje entre Lima y San Salvador, dentro de la última etapa de la gira del presidente George W. Bush por Latinoamérica.
Powell añadió que “espero que terminaremos de procesarlo en un futuro próximo. No creo que esto se alargue mucho”. Este sábado, en Lima, Bush no precisó cuándo podría ordenar la reanudación de esos vuelos, suspendidos en abril del año pasado después de que un avión militar de Perú guiado por un aparato de inteligencia de EEUU derribó la avioneta de una familia de misioneros estadounidenses, y murieron una madre y su hija.
“Estamos examinando todas las opciones”, dijo Bush, quien señaló que, “cuando tomemos la decisión, debe ser la más efectiva” para cerrar el cielo al tráfico de estupefacientes.
Además, Powell explicó hoy que Bush, planteó a su homólogo peruano, Alejandro Toledo, el caso de Lori Berenson, la estadounidense condenada a 20 años de prisión en Perú por actividades terroristas.
“El presidente lo planteó directamente a Toledo”, dijo el secretario de Estado, quien recordó que su gobierno considera que el segundo juicio realizado a Berenson “se desarrolló según el proceso justo que queríamos”.
Powell dijo que, aunque el proceso de apelación en Perú ha finalizado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos “está revisando el caso”.
Añadió que, cuando se produzca la recomendación de ese organismo, “tal vez pueda ofrecer una oportunidad a Toledo para examinar todo el caso y estudiar que puede ser posible”, lo que pareció apuntar, aunque sin decirlo, a una hipotética amnistía o perdón presidencial para Berenson, de 33 años y encarcelada desde 1995.
En 1996 fue sentenciada a cadena perpetua por una corte marcial, pero ese proceso fue anulado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, tras lo cual fue juzgada nuevamente en el fuero judicial civil, que en enero pasado la condenó a 20 años de cárcel.