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Segunda mujer condenada a muerte por adulterio por corte islámica

Amina Lawal tiene 30 días para recurrir la sentencia, luego que un tribunal la condenara por tener una hija con un hombre sin estar casada con él.

25 de Marzo de 2002 | 13:29 | EFE
LAGOS.- Minutos después de que un tribunal islámico absolviera hoy a Safiya Husaini de morir lapidada, fuentes judiciales anunciaban que una segunda mujer nigeriana también está condenada a esa muerte, acusada del mismo delito de adulterio.

Amina Lawal recibió el pasado viernes la sentencia de muerte de una corte de Bakori, en el estado de Katsina, en el norte de Nigeria, tras admitir que tuvo un hijo estando divorciada, lo que la convierte en una "adúltera", según las leyes islámicas que rigen en toda la región.

El fallo contra Lawal, quien tiene 30 días para recurrir la sentencia, fue divulgado sólo después de que Husaini, la primera encausada, fuera absuelta por un tribunal islámico de apelación del vecino estado de Sokoto.

Lawal dijo al tribunal que, tras divorciarse a finales de 2000, mantuvo una relación sentimental con un vecino de su aldea y afirmó que sólo después de que el hombre, identificado como Yahaya Mohammed, prometiera desposarla, tuvo relaciones sexuales con él.

A principios de este año, Lawal dio a luz a una niña, fruto de las relaciones con Mohammed, quien ha admitido sus vínculos amorosos con la mujer, pero niega que incluyeran contactos sexuales.

La joven fue arrestada hace tres semanas por sus propios vecinos y llevada el pasado viernes ante el tribunal, que la condenó de inmediato a morir lapidada pero exoneró a Mohammed por "falta de pruebas".

La condena a muerte por lapidación de Lawal es la segunda emitida desde la adopción hace dos años de la ley islámica o "sharia" en doce de los diecinueve estados del norte de Nigeria.

La pena capital que prescribe la "sharia" para los adúlteros se cumple enterrando hasta el cuello (o las axilas en el caso de las mujeres) al sentenciado, que luego es apedreado hasta morir.

Esta segunda condena a muerte por un delito que sólo es reconocido como tal por una corte religiosa es considerada en algunos círculos como un desafío a los grupos defensores de los derechos femeninos y al Gobierno federal nigeriano, que encabeza el presidente Olusegun Obasanjo.

El jueves pasado, la Administración nigeriana declaró "inconstitucional" la "sharia" y el ministro de Justicia, Kanu Agabi, puntualizó a los estados norteños que la ley islámica "viola los compromisos constitucionales de respeto a los derechos humanos y de no discriminación en base a la religión o el sexo".

Las organizaciones pro derechos de la mujer señalan asimismo el favoritismo manifestado por las respectivas cortes respecto de los hombres involucrados, que en ambos casos quedaron en libertad.

Safiya Husaini, tres veces divorciada y madre de cinco niños, fue hallada en octubre pasado culpable de mantener "relaciones adúlteras" con un hombre casado, pese a que denunció que el presunto amante, un vecino de su pueblo, en realidad la había violado.

El tribunal que condenó a muerte a Husaini por adulterio no enjuició por el mismo delito al hombre copartícipe en esas relaciones, quien se retractó después de confesar a tres policías, cuyos testimonios no fueron aceptados por el tribunal, ya que en estos casos la "sharia" exige cuatro testigos.

El caso de Safiya Husaini suscitó vivas criticas por parte de organizaciones de defensa de los derechos humanos nigerianas e internacionales, que pidieron a Obasanjo que perdonara a la encausada.

La introducción en 2000 de la "sharia" en el norte de Nigeria, donde los musulmanes son mayoría, desató una serie de sangrientos enfrentamientos entre éstos y la minoría cristiana de la región en los que murieron cientos de personas y que obligaron al Gobierno a declarar el estado de emergencia y enviar tropas al área.
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