KABUL.- El terreno, de difícil acceso en esta época del año, complicará la llegada de ayuda a las víctimas del terremoto que el lunes sacudió Afganistán, cuyo número de víctimas, entre 1.000 y 4.800 muertos según las fuentes, seguía sin conocerse este martes con precisión.
Unas 10.000 personas se habrían quedado sin techo, sobre todo en la zona de Nahrin, una pequeña ciudad situada en el llano y apartada de la carretera principal que enlaza Kabul y Mazar i Sharif, en el norte del país.
El sismo, que alcanzó una magnitud de 6,3 en la escala de Richter, afectó especialmente a dos distritos de Baglan y las primeras evaluaciones indican que los daños materiales han sido enormes, explicó hoy el portavoz de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Peter Kessler.
Nahrin, en la provincia de Baghlan, fue completamente destruida, declaró la organización no gubernamental Acted, que conoce el terreno porque distribuye ayuda alimentaria a la población de esta zona duramente afectada por la sequía de los últimos años.
La ciudad, al pie de la nevada cordillera del Hindu Kush, está construida en adobe y se puede pensar que un cierto número de víctimas hayan muerto aplastadas por el derrumbe de sus casas.
El Hindu Kush es el epicentro de numerosos sismos. El anterior, el 3 de marzo, se cobró entre 70 y 150 vidas, según las estimaciones, en la vecina provincia de Samangán.
La ciudad de Nahrin está más o menos a medio camino entre Kabul (175 km) y Mazar i Sharif (190 km).
La sinuosa carretera entre la capital y el norte atraviesa pasos de montaña, a menudo bloqueados por la nieve durante varios días, y túneles.
El más famoso, el túnel de Salang, de 3,2 km de largo, es con sus 4.000 metros de altitud uno de los más altos del mundo.
A principios de febrero, varios centenares de viajeros se quedaron bloqueados en el túnel durante varios días. Cuatro de ellos murieron de frío. El resto pudo salvarse gracias a los helicópteros de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), ambulancias con cuatro ruedas motrices y excavadoras.
Ahora, la única manera de acceder al lugar del siniestro será por el norte, desde Mazar i Sharif, que dispone de aeropuerto, o de Kunduz, y por el centro.
Las autoridades afganas han pedido ayuda a Estados Unidos, a Rusia y a la ISAF, que dispone de helicópteros, probablemente el medio más eficaz para alcanzar el lugar. Rusia ya anunció que contribuirá con un "hospital volante".
Zona sísmica
Afganistán, enclavado en una zona sísmica, en el pasado fue devastado varias veces por fenómenos telúricos, frecuentes sobre todo en la zona noreste, ocupada por los enormes picos del Hindu Kush.
Los terremotos más graves registrados en los últimos 20 años fueron los de diciembre de 1982 (500 muertos en la zona de Baghlam), febrero de 1991 (1.200 víctimas en los confines orientales con Pakistán) y febrero de 1998 (más de 4.000 muertos, siempre en el noreste del país).
Afganistán es un país de superficie árida y montañosa, con una superficie de 637.000 kilómetros cuadrados, y habitado por unos 25 millones de personas.