NUEVA YORK.- El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), suspendió su reunión extraordinaria sobre la crisis en el Medio Oriente, poco después de las 17:00 horas locales (22:00 horas GMT).
El encuentro se había iniciado a puertas cerradas poco antes de las 16:30 horas locales (21:30 horas GMT), a petición de la Liga Arabe.
Sólo 15 miembros del Consejo participaron de las consultas, y Siria lo hizo en representación del grupo árabe.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan -quien esta noche volvió de Beirut, donde participó de la Cumbre Arabe- también estuvo presente en la reunión, organizada en un día feriado para la ONU, debido a la celebración católica del Viernes Santo.
Ninguno de los embajadores que concurrieron a la sala del Consejo hicieron declaraciones a la prensa.
El mundo islámico había solicitado a Rusia la realización de una reunión extraordinaria, para atajar "hoy mismo" el baño de sangre en el Medio Oriente.
Moscú también estudió cómo realizar a toda prisa "esfuerzos conjuntos paralelos" con Estados Unidos, la Unión Europea y la misma ONU para afrontar la situación "extremadamente peligrosa" tras los dramáticos acontecimientos de las últimas horas.
La capital rusa se vio saturada de iniciativas y declaraciones en relación con el ambiente explosivo en el Medio Oriente, entre ellas una para dar asilo político al líder palestino, Yasser Arafat.
La Organización de la Conferencia Islámica (OCI) había pedido a Rusia que como miembro permanente y presidente del Consejo de Seguridad desde el próximo lunes, se encargara de convocar al máximo órgano internacional responsable del mantenimiento de la paz.
Qatar, presidente de turno de la OCI, que integra a 56 países, sugirió que la reunión se celebrara "hoy mismo" ante la gravedad de la invasión israelí de Ramallá y de la propia oficina de Arafat.
La solicitud de la sesión "extraordinaria" del Consejo fue hecha por el ministro qatarí de Asuntos Exteriores, Hamad Ben Yasim, en una conversación telefónica con su homólogo ruso, Igor Ivanov.
Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad junto a EE.UU., China, Francia y Gran Bretaña, asumirá en abril la presidencia, que en marzo corresponde a Noruega.
Yuri Fédotov, jefe del departamento de Organismos Internacionales de la diplomacia rusa, dijo que durante la presidencia "se dedicará especial atención al terrorismo y rehabilitación en Afganistán, y a la situación en el Medio Oriente".
De acuerdo con filtraciones sobre la conversación entre Ben Yasim e Ivanov, el ministro qatarí expresó su profunda preocupación por "la peligrosa situación creada a resultas de las acciones agresoras de Israel" en Ramallá y otros territorios palestinos.
Otras iniciativas diplomáticas simultáneas en Moscú evidenciaron la sensación de que la crisis del Medio Oriente podía desbordarse por la invasión israelí y el atentado suicida en Jerusalén poco después.
Ivanov condenó la decisión del Primer Ministro de Israel, Ariel Sharon, de "aislar" a Arafat en su recinto de la "Mukata" y sugirió la presencia internacional en la región.
Pero aunque el ministro dijo que la intervención internacional "sería útil", reconoció que "por ahora es imposible" mientras "no la acepten las partes involucradas" en el conflicto.
Un comunicado de la embajada de Egipto anunció la próxima visita a Moscú del ministro de Asuntos Exteriores, Ahmed Maher, y pidió a Rusia y a EE.UU. como copatrocinadores del proceso de paz en la región, que "intervengan urgentemente para detener el baño de sangre".
"Es imprescindible que las grandes potencias, el Consejo de Seguridad de la ONU y la UE dejen de limitarse a hacer declaraciones y llamamientos", y se concentren en parar la matanza "que tiene lugar ahora en las calles de las ciudades palestinas", subrayó.
En otro llamamiento desesperado, el embajador palestino en Moscú, Jairi Al Oridi, aludió a la posibilidad de que Arafat muera y acusó a Rusia de participar "también en la agresión israelí" porque los esfuerzos de la comunidad internacional "no están a la altura" del momento.
"Si Arafat muere, la situación en la región se volverá todavía más explosiva e Israel lo pagará muy caro", amenazó.
Al Oridi confirmó versiones anteriores del "grave peligro" para la vida de Arafat tras la invasión israelí y pidió una inmediata reunión "a nivel ministerial" de Rusia, EE.UU. y la UE en la ONU.
"La urgencia está determinada por los estrepitosos sucesos en Ramallá", donde "el tiempo se cuenta ya por minutos", declaró.
Un grupo de diputados de la Duma o Cámara Baja del Parlamento ruso anunció que estaba preparando un proyecto de resolución para que el Presidente Vladimir Putin conceda asilo político a Arafat.
Ivanov calificó de "extremadamente peligrosa" la situación y dijo que la opción de Sharon de "aislar" a Arafat "no es la vía que ayudará a hallar una salida política" al conflicto.
El titular de la diplomacia rusa llamó a la "moderación" de israelíes y palestinos, y les pidió adoptar "las medidas necesarias para impedir las acciones de los extremistas" y "aprovechar las propuestas" existentes en busca de una solución negociada.
"Esta no sólo es la posición de Rusia, sino también de la mayoría de los miembros de la comunidad internacional", dijo Ivanov, quien se reunirá el próximo 11 de abril en Madrid con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.