LONDRES.- La familia real británica se reunió hoy en Windsor, donde la Reina Madre Isabel murió a los 101 años, luego de 80 años en el centro de la vida pública de su país.
Ofrendas florales empezaron a llegar al Palacio poco después del anuncio de que la madre de la Reina Isabel II había muerto en Royal Lodge, su hogar en Windsor.
En tanto, el Palacio de Buckingham informó que los funerales de la monarca se realizarán el martes 9 de abril en la Abadía de Westminster.
Un duelo nacional fue anunciado hasta el día de los funerales.
El ataúd de la Reina Madre permanecerá en la capilla real de Todos los Santos, en el gran parque de Windsor hasta el martes 2 de abril.
Luego será transferido a la capilla de la Reina en el palacio de Saint James, en Londres, según Buckingham.
El viernes, el sarcófago será conducido en procesión hacia Westminster.
Después del funeral, el ataúd será llevado a Windsor para ser enterrado junto a su esposo en la bóveda de mármol negro de la capilla Jorge VI.
Mientras se organizaba el funeral de la Reina Madre, el príncipe Carlos y sus hijos regresaron de Suiza, donde pasaban unas vacaciones, y el príncipe Andrés volvió del Caribe con sus hijas.
Carlos y sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, regresaron hoy a Inglaterra. El avión que los transportaba aterrizó en la base aérea de Northolt (noroeste de Londres).
Los príncipes irán al castillo de Windsor, donde velarán con el resto de la familia real, el cuerpo de la Reina Madre.
Los príncipes interrumpieron sus tradicionales vacaciones de esquí en Klosters, una estación de los Alpes suizos, donde estaban desde el jueves pasado.
En tanto, desde hoy se habilitaron libros de condolencias en diversos lugares del país y numerosos admiradores de la monarca hacen fila para firmarlos.
Los feligreses en las iglesias de todo el país oraron por la Reina Madre y las tropas británicas en Afganistán la recordaron durante una ceremonia en la Base Aérea de Bagram, donde el capellán militar Rory MacLeod dijo: "La recordaremos con el mayor afecto por el hecho de que en las etapas cruciales de nuestra historia, la Reina Madre ayudó a levantar la moral del Reino Unido y de sus aliados".
Las banderas ondeaban a media asta en varios lugares de Gran Bretaña, desde el Palacio de Buckingham hasta el estadio de rugby de Murrayfield, en la ciudad escocesa de Edimburgo, unos 80 kilómetros al sur del Castillo de Glamis, hogar de los antepasados de la Reina Madre.
Una creciente multitud de admiradores permanecía fuera del Castillo de Windsor en la fría y nublada mañana. Algunos depositaron ante las rejas sus ofrendas florales.
Marion Russell, de 59 años, dijo que pasó la noche frente a las rejas del Palacio de Buckingham tras dejar algunas flores y encender una vela en memoria de la Reina Madre. "Ella era una hermosa y gran mujer que hizo mucho por este país", dijo.
En el Palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, Escocia, los visitantes colocaron ofrendas al pie de una estatua de bronce del Rey Eduardo VII, abuelo de Jorge VI, el esposo de la Reina Madre.
Isabel Angela Margarita Bowes-Lyon, que ingresó a la familia real en 1923 al casarse con el segundo hijo del Rey Jorge V, llevó una vida pública activa hasta el final. Aparecía con frecuencia en ceremonias, donde le encantaba saludar al público.
Tenía un vínculo estrecho con la generación de la Segunda Guerra Mundial, cuando Londres sufrió bombardeos intensos. La recuerdan como la Reina que permaneció a pesar de los bombardeos y los visitaba en sus casas destruidas.
En la Internet:
Tributo real:
http://www.royal.gov.uk/output/page1011.asp