CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano oficialmente descartó hoy que el Papa Juan Pablo II, quien tiene dificultades para caminar por una artrosis en la rodilla, y que padece la enfermedad de Parkinson desde hace una decena de años, vaya a ser sometido a una operación quirúrgica en la rodilla derecha.
"Puedo confirmar que una eventual operación en la rodilla derecha jamás ha sido contemplada", afirmó Joaquín Navarro Valls, portavoz del Vaticano.
El Sumo pontífice se negó a renunciar a la celebrar las ceremonias más importantes de la Semana Santa, por lo que el Vaticano debió proporcionarle una tarima móvil para desplazarse y evitar así forzar la rodilla derecha en la que sufre artrosis.
"Las informaciones sobre una posible hospitalización (de Juan Pablo II) en una clínica de Roma para ser sometido a una resonancia magnética, no tienen fundamento alguno", agregó el portavoz del Papa en un comunicado divulgado por correo electrónico.
Navarro indicó que ninguno de los especialistas citados por la prensa, han sido consultados ni visitados por el Papa.
Un diario italiano había anunciado el domingo que el Sumo Pontífice debía ser sometido a una intervención en la rodilla derecha en pocos días en el Hospital San Carlos de Nancy, situado a pocos metros del Vaticano.
Según su médico ortopédico, el profesor Alfredo Carfagni, responsable de la división de ortopedia, entrevistado por AFP, su equipo está "en alerta roja", pero no ha recibido la luz verde definitiva del Vaticano para efectuar la operación.
"No puedo decir de qué tipo de operación se tratará. Hay que ver la situación de su rodilla. Pero se puede pensar en una prótesis", declaró el profesor Carfagni.
"No hay ningún problema para operar al soberano Pontífice" agregó.
"El Papa es muy fuerte, más fuerte de lo que se piensa", añadió el cirujano tras señalar que de ese problema se puede operar a personas de mucha edad. "Hemos operado pacientes incluso de hasta 102 años de edad", puntualizó.
La artrosis en la rodilla, una prótesis en el fémur, la enfermedad de Parkinson que los medicamentos no logran controlar, tienen prácticamente inmovilizado a Juan Pablo II, quien cumplirá 82 años el 18 de mayo próximo.
Dentro del palacio apostólico, donde los enormes corredores y salas representan para él un verdadero obstáculo, el Papa utiliza un ascensor y una silla de ruedas. En su apartamento privado dispone de un deambulador para los pequeños desplazamientos.
El Hospital San Carlos está a pocos metros de distancia de la frontera noroeste del Vaticano y desde hace dos años ha adaptado un apartamento en el último piso para recibir al Papa en caso de hospitalización.
Juan Pablo II fue hospitalizado en seis oportunidades en el Hospital Gemelli.
Desde el atentado del que fue víctima el 13 de mayo de 1981 y después de las dos operaciones en el abdomen que le fueron realizadas con dos meses de intervalo, el Papa fue operado en 1992 y 1996 de un tumor en el intestino, en 1993 en el hombro derecho por una luxación y en 1994 en el fémur derecho a causa de una fractura.
