BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino ultimaba este martes una batería de aumentos impositivos a los sectores exportadores favorecidos con la devaluación, para ponerse a tono con la recomendación del FMI de cerrar las profundas brechas fiscal y cambiaria que amenazan al plan de estabilización.
"Es inminente el anuncio" del incremento en los impuestos a las ventas externas, históricamente denominados 'retenciones', del 10% al 20%, aunque con algunas escalas diferenciales según el producto y su origen regional, dijo a la AFP un alto funcionario gubernamental.
El objetivo de la mayor presión tributaria será recaudar unos 4.200 millones de pesos (1.500 millones de dólares) anuales adicionales y cumplir la meta anual de déficit fiscal de 3.500 millones de pesos, cuando se espera que la recaudación haya arrojado otra caída, del 11%, en marzo pasado.
Otro propósito del Gobierno es el de frenar la escalada en los precios de alimentos básicos, derivados de los cereales y los granos, los principales de exportación, que se cotizan en dólares en el mercado internacional.
"La demora en los acuerdos internacionales (con el Fondo Monetario Internacional, FMI) y la caída en la recaudación llevó a apelar a esta medida no deseada y transitoria", dijo a radio Continental José de Mendiguren,
ministro de la Producción.
La tardanza en acordar un restablecimiento de las líneas crediticias con el FMI está originada, según los técnicos del organismo, en la falta de confianza que genera el programa argentino y la ausencia de reformas recomendadas.
Entre estas reformas figuran, en primer plano, la necesidad de llevar adelante un prometido ajuste de un 60% en el gasto global de las provincias, que fue de 5.000 millones de pesos en 2001, según dijo la prensa local.
Otra misión de funcionarios del FMI comenzó a examinar las cuentas fiscales esta semana en Buenos Aires y tiene como objetivo concluir la tarea antes de la Reunión de Primavera del FMI, el 20 y 21 de abril, en camino a un demorado entendimiento crediticio con el gobierno del presidente Eduardo Duhalde.
La decisión de aumentar los impuestos a los poderosos sectores agroexportadores, que vendieron por casi 10.000 millones de dólares el año pasado abrió otro frente de conflicto para Duhalde, que afronta un delicado escenario social, con índices de pobreza que alcanzan a casi la mitad de los 36 millones de argentinos.
Enrique Crotto, presidente de la influyente Sociedad Rural, que nuclea a los mayores emprendimientos agropecuarios, dijo que "las retenciones son los más recesivo que existe y harán caer la producción", en un país que entró en su mes número 46 de retroceso de la economía.
Otro foco de disgustos para el Gobierno había sido en semanas anteriores el mercado de cambios, donde el dólar llegó a tocar los 4,00 pesos, es decir más de un 70% de caída para la moneda argentina desde inicios de año, pero la divisa cerró el martes en 2,80 pesos, cinco centavos menos que el miércoles, anterior jornada hábil.
El fantasma más temido por Duhalde y sus colaboradores es el de una hiperinflación, que podría estar agitándose en las sombras de una depreciación profunda del peso, tras 11 años de tipo de cambio anclado (convertibilidad, paridad uno a uno del peso y el dólar abandonada a inicios de enero).
La liberal Fundación Capital (FC) elaboró un informe según el cual "la inestabilidad del mercado cambiario está agravando la crisis económica, mediante la aceleración del rebrote inflacionario", que acumula un 10% en lo que va del año.
La canasta familiar básica, compuesta por unos 65 productos, aumentó en marzo pasado un astronómico 25%, calculó la Asociación Defensa de Usuarios y Consumidores.
En cambio, Guillermo Calvo, economista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), opinó el martes que lo que hace Argentina "no conduce a una hiperinflación, particularmente si hay acuerdo con el FMI", para destrabar préstamos por 9.000 millones de dólares.
"Sin una política fiscal consistente y sin estar claras las políticas monetaria y cambiaria, lejos está una estrategia de ataque al problema más acuciante de la presión cambiaria", dijo la FC, cuyo presidente, Martín Redrado, es el actual secretario de Negociaciones Económicas Internacionales.
No menos preocupante para el Gobierno es la aguda pérdida de depósitos bancarios a un ritmo de 2.700 millones de pesos mensuales, según la FC, a raíz de los amparos judiciales favorables a los ahorristas y en contra del bloqueo a los retiros de depósitos impuesto desde el 3 de diciembre pasado.
El juez Mariano Bergés ordenó este martes a un grupo de bancos extranjeros devolver a decenas de ahorristas depósitos por unos cinco millones de dólares.