GAZA.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, rechazó hoy la sugerencia del Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, de expulsarle de los territorios palestinos y darle un "billete de ida sin vuelta".
"Les he dicho (a los israelíes) que prefiero convertirme en un mártir, un mártir, un mártir", dijo Arafat en declaraciones a la cadena de televisión árabe Al Jazeera.
"Nuestro pueblo es uno de los más duros, y yo soy uno de ellos", dijo Arafat, quien acusó a Israel de expandir su ofensiva militar contra los palestinos con su última incursión en Belén, "la ciudad donde nació Jesucristo (en la que los israelíes) han atacado iglesias y mezquitas".
"¿Acepta esto el mundo musulmán, el mundo cristiano y el mundo entero? -dijo Arafat- No solo defendemos a nuestro pueblo, defendemos la causa de los musulmanes y cristianos de todo el mundo".
El dirigente palestino también mostró su indignación por los comentarios de Sharon de que tenía "luz verde" de los EE.UU. en su ofensiva contra los palestinos: "¿Es razonable? Nadie responde a su brutalidad y sus reclamaciones", dijo Arafat, quien además agradeció el apoyo de los países árabes y sus dirigentes mostrados en los últimos días.
Arafat está desde el pasado jueves sitiado en su cuartel general de Ramallá por el ejército israelí, que le ha cortado el suministro de agua, luz y alimentos, y las principales ciudades palestinas también sufren asedios militares.
Por otra parte, fuentes palestinas desmintieron hoy las acusaciones del ejército israelí de la supuesta relación entre las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, grupo al que pertenecían varios de los últimos suicidas palestinos, y el aparato financiero de la ANP, dirigido por Fuad Shubeiki.
Según fuentes militares israelíes, los documentos que prueban esa conexión fueron descubiertos en una incursión en las oficinas de Shubeiki.
Un oficial de seguridad palestina, que no quiso identificarse, replicó que mientras no aparezca la firma del presidente de la ANP sobre esos documentos, entonces serán inútiles, haciendo alusión al hecho de que los documentos carecen efectivamente de la firma de Arafat o de la de Shubeiki.
La fuente palestina negó la validez de la versión israelí y añadió que "hablar ahora de esos documentos es inútil y sin sentido. El gobierno israelí y su ejército tienen un plan para minar a las autoridades palestinas y reocupar los territorios palestinos mucho antes de que Shubeiki fuera arrestado y los documentos decomisados".