NAPLUSA, Cisjordania.- Una semana después de iniciada la mayor movilización militar israelí en una generación, los tanques patrullaban este jueves las calles desiertas de la mayor ciudad cisjordana de Naplusa. Simultáneamente, tropas de infantería respaldadas por helicópteros, batallaban con cientos de combatientes palestinos atrincherados en un campamento de refugiados.
En la ciudad bíblica de Belén, palestinos armados parapetados dentro de la Iglesia de la Natividad, dijeron que las tropas israelíes volaron una puerta trasera de la antigua basílica el jueves y dispararon en el interior. Pero los militares israelíes lo negaron y dijeron que los soldados no han intervenido en el templo, construido en el lugar donde, según la tradición, nació Jesús.
Dos palestinos murieron en los enfrentamientos de este jueves, incluyendo un cuidador de la iglesia que, según testigos, fue muerto a tiros cuando caminaba desde su casa al templo.
Los militares israelíes impidieron que la prensa llegara a la iglesia para verificar las declaraciones de los palestinos. Las seis ciudades cisjordanas tomadas por Israel en la última semana han sido bloqueadas, y los reporteros han recibido órdenes de abandonarlas.
Israel lanzó la operación "Muro de defensa" el viernes pasado,a fin de aplastar a las milicias palestinas que han lanzado cruentos ataques contra civiles israelíes, incluyendo siete ataques suicidas la semana pasada. El desencadenante fue un ataque al comienzo de la Pascua judía que dejó 26 israelíes muertos.
Desde entonces, las fuerzas israelíes han ocupado seis ciudades y pueblos importantes de Cisjordania: Ramallá, Qalqiliya, Jenín, Tulkarem, Belén y Naplusa, y han arrestado a más de 1.100 palestinos. Las ciudades de Jericó y Hebrón son los últimos reductos de control palestino.
La incursión en Naplusa comenzó el miércoles por la noche cuando docenas de tanques irrumpieron en la ciudad, que cuenta con 180.000 habitantes. Los combatientes palestinos se refugiaron en la "casba", o ciudad vieja, de Naplusa, y en cuatro campamentos de refugiados adyacentes, donde las callejuelas son demasiado estrechas como para que entren los tanques.
Los israelíes mataron a un palestino cuando éste abrió una ventana en su departamento en Naplusa, dijeron funcionarios de seguridad palestinos. Amar Yasin, que vive en el centro de la ciudad, dijo que más de 80 vehículos blindados habían sido emplazados en y en torno de la plaza central, y que los soldados israelíes habían tomado posiciones en los edificios más altos.
La lucha más intensa se libraba en el campamento de refugiados de Jenín, un bastión militante donde centenares de combatientes se han atrincherado. Los comandos israelíes avanzaban casa por casa, apoyados por helicópteros y tanques.
El comandante de la operación, brigadier general Eyal Shlein, dijo que consideraría la movilización un éxito con la muerte o captura de los militantes.
"Cuando yo llegue a cada lugar en el campamento de refugiados... y hayamos matado a algunos, allí lo sabré (que fue un éxito)", comentó Shlein. "No vamos a dejar ninguna ruta de escape".