CRAWFORD.- El Presidente George W. Bush y el Primer ministro británico Tony Blair iniciaron el viernes una reunión cumbre para coordinar las iniciativas de paz israelí-palestina.
El encuentro tiene por objetivo evitar la ampliación del conflicto que amenaza a la guerra contra el terrorismo y los esfuerzos por derrocar al líder iraquí Saddam Hussein.
Tras su llegada, Blair y Bush subieron a una camioneta blanca que los llevó al rancho del presidente para tres días de conversaciones.
Portavoces de los estadistas describieron la cumbre como de bajo perfil, de acuerdo con el período de duelo de Blair por la muerte de la Reina Madre de Gran Bretaña.
De camino al rancho tejano de Bush, Blair dijo que en la agenda estará la discusión de un cronograma para conseguir un cese el fuego en el Oriente Medio que permita a Israel y los palestinos regresar a los diálogos de paz.
Sin embargo, admitió que la situación luce sombría. "No hay lugar para el optimismo en este momento", dijo Blair.
Se esperaba que las conversaciones de este fin de semana entre Bush y Blair se centraran en una posible acción contra Hussein, como parte de una extensión de la guerra internacional contra el terrorismo.
No obstante, la agenda quedó dominada ahora en la creciente ola de violencia entre Israel y los palestinos, luego que Bush, en un dramático cambio de política, pidió a Israel retirar a sus tropas de varias ciudades palestinas y ordenó al secretario de Estado, Colin Powell, viajar a la región.
Blair dijo que era muy importante que Europa, como fundadora y partidaria de la Autoridad Palestina, tuviera un rol más activo en resolver la crisis.
"Es de suma importancia que apoyemos con toda nuestra fuerza la misión de Colin Powell", dijo Blair.
Bush consultó con Blair por teléfono antes de anunciar el viaje de Powell, en una misión que le dará al actual gobierno de Estados Unidos su más importante oportunidad para tratar de resolver el conflicto.
En espera de comenzar a ver signos de una pronta retirada de Israel, la Casa Blanca presionó el viernes. "El presidente fue muy claro y espera ver resultados", dijo Sean McCormack, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad.
El cambio de política de Bush hacia el Oriente Medio se debe, según algunos observadores, al temor de Estados Unidos de que una ola de violencia incontrolable en esa región pudiera minar los esfuerzos del gobierno de Washington de extender su guerra contra el terrorismo internacional.
Los líderes árabes han dicho a Washington que no están dispuestos a dar su apoyo a una eventual acción contra Irak.
Funcionarios estadounidenses dijeron que Bush y Blair discutirán el fin de semana el tema de Irak, aunque no se espera una decisión sobre cómo tratar a Bagdad.
Sin embargo, McCormack insistió: "Irak es una amenaza para sus vecinos... es una amenaza para el mundo. Vamos a lidiar con Irak a la hora y en el lugar que nos parezca más efectivo".
Puente hacia Oriente Medio
Blair podría servir como un puente entre Estados Unidos y la Unión Europea antes de que Powell inicie su misión al Oriente Medio la próxima semana.
La UE ha criticado la anterior postura poco comprometida de Bush en esa parte del mundo, sobre todo después de los ataques militares israelíes en ciudades gobernadas por la Autoridad Palestina en Cisjordania.
No obstante, los líderes europeos dieron la bienvenida a la nueva política de Bush, en la que exigió la retirada de las tropas de Israel inmediatamente.
El Presidente de Francia, Jacques Chirac, dijo que la nueva postura de Bush es un salto cualitativo para lograr la paz en Oriente Medio.