BOGOTA.- Luego de dos años de cautiverio y tras intentar fugarse, dos suboficiales de la policía fueron ejecutados por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informó este sábado la esposa de uno de ellos.
Uno de los uniformados asesinado, fue el cabo José Norberto Pérez, padre de Andrés Felipe, un niño que murió de cáncer el pasado diciembre, luego que rogara a las FARC que liberara a su progenitor para poder verlo por ver antes de morir.
Lorena Carmona, esposa de Pérez, dijo en entrevista telefónica desde Medellín, la segunda ciudad del país, que su cónyuge intentó fugarse de su sitio de cautiverio, junto con su compañero de Víctor Manuel Marulanda, en algún lugar montañoso del noroeste del país.
Carlos Ríos, del Comité Internacional de la Cruz Roja, dijo a la AP que una comisión humanitaria recibió la tarde del viernes los cuerpos de los uniformados en zona montañosa de Santa Ana a unos 200 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Los cadáveres de Perez y Marulanda fueron llevados a medicina legal en Medellín, donde fueron "plenamente identificados" precisó a la AP un funcionario. Se conoció que por la descomposición de los cadáveres, habían muerto hace más de dos días.
"Desde hace 10 meses no tenía noticias de mi esposo", manifestó entre sollozos Carmona a la emisora Radionet. Aseguró que el cuerpo de Pérez, será enterrado junto a la tumba de Andrés Felipe en la ciudad de Buga, a unos 255 al suroeste de Bogotá. A Pérez, le sobrevive una niña de cuatro años.
Aún permanecen en poder de las FARC unos 50 oficiales y suboficiales de policía y ejército que fueron secuestrados luego de cruentos combates en diferentes regiones del país. Algunos de ellos llevan casi cuatro años de retención forzada.
Carmona pidió a las FARC "piedad" para con los uniformados secuestrados. "Para que los mantienen tanto tiempo retenidos si nos los van a entregar muertos. Que no sean despiadados", añadió.
A fines de junio del año pasado, la policía recibió 127 agentes que venían en un grupo de 305 uniformados, incluidos soldados, que entregaron las FARC a las autoridades, luego de un acuerdo humanitario firmado con el gobierno del Presidente Andrés Pastrana.
Después de más de tres años de intensas e infructuosas negociaciones en una zona selvática al sur del país, Pastrana rompió abruptamente los diálogos con las FARC, después del secuestro de un congresista que viajaba en un avión de pasajeros el cual hicieron aterrizar en una carretera cerca a la zona de distensión.