LONDRES.- Con un pomposo cortejo fúnebre por las calles de Londres, 0Gran Bretaña honró este sábado a la fallecida Reina Madre de Inglaterra.
Bajo los rayos del sol, unas 400.000 personas siguieron la procesión. En Westminster Hall, destino final del cortejo, la Reina Madre o "Queen Mum", como se le decía popularmente, será velada hasta el martes. La madre de la reina Isabel II de Inglaterra falleció el sábado pasado a los 101 años.
El público que quiere despedir a la Reina Madre tiene que esperar hasta seis horas para ingresar al recinto donde se encuentra el cuerpo. El desfile ante el ataúd se realiza a razón de entre 4.000 y 6.000 personas por hora.
En vista de la gran cantidad de gente, Westminster Hall permanecerá abierto durante toda la noche para que todos tengan oportunidad de pasar al lado del cuerpo de la Reina Madre, informó la administración del edificio del Parlamento, al que pertenece la sala.
Originalmente, estaba previsto que las puertas de Westminster Hall se cerraran a las 18.00 GMT de este sábado. Antes de la apertura, unas 30.000 personas esperaban pacientemente en el exterior.
Se estima que unos 200 millones de personas siguieron la ceremonia por televisión en todo el mundo.
En cuanto a despliegue y pompa, la procesión de hoy, que la misma Reina Madre llevaba planificando desde hace 23 años, superó a la de la princesa Diana hace cinco.
La participación de la población, sin embargo, fue menor. Al cortejo fúnebre de Diana de Gales acudieron un millón de personas en septiembre de 1997.
Más de 1.600 soldados acompañaron el armón de artillería tirado por seis caballos sobre el que el féretro de la Reina Madre fue trasladado en media hora desde la capilla de Queens, en el Palacio de St. James, a Westminster Hall.
El mismo armón de artillería se utilizó hace cincuenta años cuando murió el esposo de la Reina Madre, el rey Jorge VI.
En total, 14 miembros de la familia real siguieron el féretro a paso lento, entre ellos, el heredero del trono, el príncipe Carlos, sus hijos Guillermo y Harry, y sus hermanos Ana, Andrés y Eduardo. La reina Isabel II espero la procesión en Westminster Hall.
A pesar de la tristeza del acontecimiento, la monarquía desplegó toda su pompa. Los soldados del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina llevaban sus uniformes de gala.
Al ritmo de la música fúnebre, seguían lentamente el féretro, mientras se lanzaban salvas. La procesión por las calles The Mall y Whitehall pasó por delante de la estatua del rey Jorge VI, fallecido en 1952.
Sobre el atáud cubierto con el estandarte personal de la reina madre, reposaba su corona adornada con el legendario diamante "Kohinoor". La corona fue retirada la noche anterior bajo estrictas medidas de seguridad de la Torre de Londres.
Unos 2.500 policías vigilaron la procesión, mientras en los tejados había apostados varios tiradores de precisión. El trayecto pasó por varios de los lugares más importantes en la vida de la reina madre.
El cortejo comenzó junto a Clarence House, su residencia en Londres, donde vivió como viuda durante cincuenta años. Siguió por The Mall con vistas al Palacio de Buckingham, donde fue ovacionada por decenas de miles de personas junto a Jorge VI el "Día de la Victoria" en 1945.
Luego pasó por delante de Downing Street, la residencia del gobierno, y siguió hasta Westminster Hall, donde ya fue velado Jorge VI en 1952.
En la sala, la parte más antigua del edificio del Parlamento, el público en general podrá despedirse de la reina madre hasta el lunes por la tarde.
Durante la noche del lunes los cuatro nietos varones de "Queen Mum", los príncipes Carlos, Andrés y Eduardo, junto con Viscount Linley, el hijo de la fallecida princesa Margarita, permanecerán al lado del féretro de la Reina Madre.
El martes, está prevista la misa fúnebre en la Abadía de Westminster. Luego, la reina madre será sepultada junto a su esposo en la capilla de St. George del castillo de Windsor.
