JERUSALEN.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, responsabilizó hoy al Presidente palestino, Yasser Arafat, de establecer un "régimen terrorista" y reveló que las operaciones en Cisjordania continuarán hasta que se hayan desmantelado las "infraestructuras del terror".
En un acalorado discurso en el Parlamento, Sharon aclaró que la ofensiva militar llevada a cabo en aldeas y ciudades palestinas no está dirigida "contra la población civil" y que el Ejército acelera esas operaciones para "frenar la violencia y poder vivir en paz con nuestros vecinos".
El Presidente de EE.UU., George W. Bush, urgió a Sharon a un "inmediato repliegue" de esas zonas autónomas palestinas invadidas por Israel desde el pasado 29 de marzo, iniciativa a la que Sharon dio la bienvenida, aunque de momento sus fuerzas siguen operando en Cisjordania, en particular en el casco antiguo de Naplusa y en el campamento de refugiados de Jenín.
Pero, mientras se espera la llegada a la zona del secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, las actividades en los territorios palestinos continúan, lo que fue calificado esta mañana como "un retroceso de diez años", por el ministro palestino de Gobernación Local, Saeb Erekat.
Por su parte, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, manifestó esta mañana que Israel "debe comenzar la retirada de los territorios palestinos antes de la llegada de Powell".
En una conversación telefónica, el secretario de Estado exigió a Sharon que retire a las tropas que rodean las oficinas de Arafat en la ciudad cisjordana de Ramallá, a fin de evitar dañarle de forma accidental y allanar el camino en caso de que visite al "rais" el próximo fin de semana.
El Primer Ministro israelí también anunció que cuando concluyan esas operaciones tiene intención de crear las llamadas "zonas de amortiguación" a lo largo de los límites entre Cisjordania y territorio israelí, a fin de evitar que los terroristas palestinos se infiltren en este país para cometer atentados.
"Esperamos que los palestinos entiendan que su soberanía no tiene porqué costar la vidas de israelíes", dijo Sharon, quien acusó a Arafat de tratar de debilitar a los israelíes y reiteró que éste "dirige un régimen de terror, financia a los terroristas y los envía en misiones criminales contra Israel".
En su discurso ante la Cámara explicó también que tiene gran interés en la propuesta de paz lanzada por el príncipe heredero saudí, si bien aclaró que debe ser tratada directamente entre las partes en conflicto y propuso entablar con el mundo árabe "detalladas negociaciones" al respecto.
Sin embargo, Sharon aclaró que no puede aceptar el derecho al retorno de los refugiados palestinos a las ciudades y aldeas que se vieron obligados a abandonar en la primera guerra árabe-israelí de 1948, ya que eso significaría "el fin de Israel como Estado judío".
El Primer Ministro israelí insistió en que no pretende re-ocupar los territorios palestinos ni profanar la basílica de la Natividad en Belén y que sus fuerzas tratan en "todo lo posible" de evitar daños a la población civil palestina.
También se refirió a la propuesta de pacificación de George Tenet y señaló que "Israel renunció a los siete días de calma, sin embargo ni siquiera conseguimos siete horas".
Sharón explicó que Arafat no cumplió ninguna de las exigencias acordadas en dicho plan, y se refirió al rechazo del líder palestino al documento presentado por el mediador Anthony Zinni, en base al plan Tenet.
Fuentes gubernamentales comunicaron que la Administración Bush quiere una declaración de Israel para el cese de la construcción en los asentamientos judíos, medida que se incluye en el Informe Mitchell como uno de los pasos para reanudar la confianza perdida entre israelíes y palestinos desde que comenzó la Intifada a finales de septiembre de 2000.