NAPLUSA.- Helicópteros artillados israelíes atacaron un campamento de refugiados palestinos y estalló un incendio cerca de la Iglesia de la Natividad en Belén el lunes. El Primer Ministro Ariel Sharon dijo que la ofensiva continuará a pesar de las demandas estadounidenses de retiro inmediato.
Sin embargo, Sharon dijo al parlamento israelí que prometió al Presidente George W. Bush "apresuraremos la operación" en Cisjordania.
Y dirigiéndose al mundo árabe, Sharon dijo estar dispuesto a reunirse con líderes árabes sin condiciones para discutir un acuerdo integral de paz.
Los peores combates se dieron en la ciudad cisjordana de Naplusa y en el campamento de refugiados de Jenin, dos bastiones militantes donde cientos de hombres armados han enfrentado el avance de los soldados israelíes durante cinco días. Funcionarios israelíes dijeron que creen que más de 100 palestinos han muerto sólo en Jenin.
Sharon dijo al parlamento -ante abucheos de legisladores árabes- que la ofensiva continuará hasta que los militantes palestinos hayan sido aplastados.
"Estas misiones no han terminado aún, y el ejército continuará operando con la mayor rapidez posible hasta que la misión haya concluido, hasta que haya desmantelado la infraestructura de terror de (el líder palestino Yasser) Arafat y hasta que los asesinos que se esconden en diversos sitios hayan sido arrestados", agregó.
Por su parte, el viceministro de Defensa de Israel explicó que no hay planes de expandir la ofensiva a la Franja de Gaza.
En el campamento de refugiados de Jenin, motoniveladoras del ejército israelí derrumbaron unas 12 casas, según un residente, Abdel Salam, que es activista del grupo militante islámico Hamas.
El ejército israelí dijo que unos 150 hombres depusieron las armas y salieron la mañana del lunes del campamento, pero Salam sostuvo que sólo niños, mujeres y ancianos abandonaron el lugar y que los militantes resisten, listos para luchar hasta la muerte.
En Belén, un incendio se originó en una sala de reuniones situada en el segundo piso sobre el patio de la iglesia de Santa Catarina, adyacente a la Iglesia de la Natividad, donde más de 200 palestinos armados se han refugiado durante siete días, rodeados por las fuerzas israelíes.
El incidente ocurrió cuando palestinos dispararon desde un campanario hacia un techo donde había dos policías fronterizos israelíes, que resultaron heridos y lanzaron una bomba de humo contra los atacantes, provocando el incendio en el complejo, según un oficial del ejército israelí que insistió en el anonimato. Uno de los palestinos murió en el tiroteo que sobrevino después, agregó la fuente.
El incendio duró cerca de una hora y provocó algunos daños materiales. Combatientes palestinos extinguieron el fuego con mangueras desde la Plaza del Pesebre.