MOSCU.- Rusia informó hoy de que ha frustrado un supuesto intento de la CIA norteamericana para reclutar un espía en el propio ministerio de Defensa.
Funcionarios de la agencia de espionaje de Estados Unidos usaron como "tapadera sus sedes diplomáticas en Moscú y en un país" de la antigua Unión Soviética, anunció el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).
"El espionaje estadounidense intentó atraerse la colaboración confidencial de un experto ruso miembro de una entidad especial del ministerio de Defensa", añadió un comunicado oficial.
La misión, de acuerdo con el FSB, tenía por objeto obtener datos secretos de los últimos avances rusos en armamento y de la cooperación entre Moscú y los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que agrupa a doce de las quince ex repúblicas soviéticas.
"El FSB dispone de pruebas irrefutables que indican que la CIA efectuaba espionaje contra Rusia", aseguró un portavoz oficial.
Pero "la intervención oportuna del contraespionaje ruso permitió descubrir los planes de espionaje en su etapa inicial", con lo que se pudo "impedir un daño considerable a la seguridad nacional", dijo el FSB.
El intento de reclutamiento lo llevaron a cabo "funcionarios de la CIA", según la denuncia oficial rusa.
Un portavoz del FSB citó a dos supuestos miembros de la CIA como instigadores del frustrado reclutamiento, el "agente operativo" David Robertson y una tercera secretaria del Consulado en Moscú de apellido Kensinger.
Aunque el contraespionaje facilitó pocos detalles del caso, el FSB afirmó que "está comprobado que las citas clandestinas con el ciudadano ruso" tuvieron lugar fuera de Rusia con "el agente operativo de la CIA David Robertson".
Dentro de Rusia los contactos se llevaron a efecto mediante "el llamado enlace anónimo", con el uso de escondites secretos y envíos por correo codificados", agregó el Servicio Federal de Seguridad.
La denuncia del FSB es el caso más grave de espionaje entre los dos países desde que Moscú y Washington se intercambiaron en marzo del año pasado la expulsión de 50 diplomáticos de cada embajada.
Pero la amistad y rápido acercamiento de Moscú y Washington tras los ataques terroristas a EE.UU. el 11 de septiembre redujo la "guerra de espías" entre los dos antiguos rivales de la Guerra Fría.
El anuncio de hoy se produjo mes y medio antes de una prevista visita a Moscú del Presidente de EE.UU., George W. Bush, para firmar con su homólogo ruso, Vladímir Putin, un nuevo tratado de desarme y sellar un nuevo marco de estabilidad estratégica.
Putin, quien se alineó decisivamente con la coalición contra el terrorismo internacional tras el 11 de septiembre, declaró el pasado domingo que la visita de Bush "hará historia".