BUENOS AIRES.- Argentina seguirá en "terapia intensiva" si no consigue un acuerdo de ayuda crediticia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró el Presidente Eduardo Duhalde al hacer un balance de sus primeros 100 días de gestión.
Junto a la "ayuda del FMI", Duhalde mencionó la necesidad de levantar las restricciones en el acceso a los depósitos bancarios que rigen desde diciembre pasado como los factores de los que "depende la salida" de la profunda crisis que vive este país.
"Si no puedo cumplir con esas metas será difícil, porque todo está atado a poder reconstruir el sistema financiero y reactivar la economía. No hay otra manera que con la ayuda del organismo internacional", dijo en una entrevista que publica hoy el diario "La Nación".
Una misión del FMI se encuentra desde la semana pasada en Buenos Aires para negociar con las autoridades argentinas las condiciones de la reanudación de la asistencia financiera.
Según versiones difundidas por la prensa, el organismo analiza la posibilidad de aprobar un desembolso para Argentina de 9.000 millones de dólares que en su mayoría estarían destinados a cumplir con los compromisos con el propio FMI.
"Los 9.000 millones sólo nos garantizan un pasaporte para reingresar al mundo, pero no más. Necesitamos reinsertarnos, pero también sabemos que con esos fondos no alcanza", señaló Duhalde.
El Presidente dijo que el logro más importante de los 100 días que cumple hoy en el cargo fue haber logrado desactivar el severo conflicto social que vivió el país en los últimos meses.
"El día que asumí, el país estaba inmerso en un baño de sangre que dejó varios muertos y se llevó puestos a dos presidentes. Conseguí que Argentina entre en un ambiente de más tranquilidad y haber logrado ese clima es lo más importante que hice", señaló.
Duhalde se refirió de este modo al estallido social que dejó 28 muertos y el 20 de diciembre último desembocó en la renuncia a la presidencia de Fernando de la Rúa, quien dejó el cargo dos años antes de cumplir con su mandato.
Para reemplazarlo el Parlamento eligió a Adolfo Rodríguez Saá, que dimitió una semana después porque, según dijo, no contaba con el apoyo de su fuerza, el mayoritario Partido Justicialista (peronista).
Finalmente, el 1 de enero la Asamblea Legislativa designó al frente del Ejecutivo al también peronista Duhalde hasta diciembre de 2003.
En el balance de su gestión, el presidente no se hace cargo de la devaluación del peso, que acumula una depreciación del 64 por ciento frente al dólar después de más de una década de paridad cambiaria.
"Cuando yo llegué al poder, el peso no valía lo mismo que el dólar y la devaluación la hizo el mercado", aclaró.